Una treintena de militantes de la izquierda abertzale ha comparecido hoy junto a los diques del antiguo astillero Euskaduna para, a la vez de mostrar su solidaridad con el pueblo catalán, denunciar el «duro ataque contra el derecho de autodeterminación de los pueblos» que supone la sentencia del Tribunal Supremo español.
Ha sido Arkaitz Rodríguez, secretario general de Sortu, quien ha puesto voz a esta valoración sin olvidar a su inicio que hoy es el 79º aniversario del fusilamiento del president Lluis Companys. Parafraseando al lehendakari José Antonio Agirre, se ha reafirmado en que la izquierda abertzale siempre estará con Catalunya, como también lo están con otros pueblos cuyos derechos son «constantemente oprimidos», citando a Ecuador, Escocia, Haití o Kurdistan.
Ha dicho que la resolución del alto tribunal español es «una sentencia de Estado», que parte de la inexistencia de la separación de poderes desde el triunfo de los franquistas. «Solo hay razón de Estado. Y la razón de Estado es hoy la suspensión de facto de los fundamentos de la democracia y la imposición del estado de excepción», ha manifestado Rodríguez. «Lo decimos alto y claro: la excepción impuesta desde hace mucho tiempo en Euskal Herria se extiende ahora a Catalunya», ha remarcado.
A renglón seguido, ha defendido que la sentencia demuestra que la lectura histórica de la izquierda abertzale era correcta. «La represión no ha sido una respuesta a la actividad armada de ETA, sino una característica estructural del Estado español. A pesar de la desaparición de la violencia política de ETA, el Estado español continúa castigando con la cárcel la defensa de proyectos políticos legítimos», ha destacado.
«Esta sentencia –ha añadido el dirigente de Sortu– iguala la desobediencia civil pacífica con la lucha armada, aclarando que lo sustancial no es la violencia, sino la política». Por ello, ha incidido, «la defensa pacífica de la autodeterminación en el reino español se paga con la cárcel».
Sacude el escenario político
Rodríguez ha dicho que el sentido de la sentencia conocida ayer contra el independentismo catalán, como la de los jóvenes de Altsasu, sacude el escenario político. Para la izquierda abertzale, los poderes fácticos ya han tomado la decisión de cerrar «con toda su fuerza» la puerta a la democratización del Estado español y abrir una nueva fase autoritaria «para intentar salvar el régimen del 78 y blindar los intereses de las élites».
En ese contexto, la izquierda abertzale entiende que solo se puede optar por la «agenda autoritaria» o «la recuperación de la democracia y la soberanía». «Estas sentencias entierran definitivamente la fantasía de la tercera vía», ha añadido, al tiempo que interpela a Podemos y PNV. Rodríguez se ha dirigido a ambas fuerzas políticas para llamarles a situarse junto al pueblo catalán. «¡Ya no hay excusas!», ha enfatizado.
La respuesta, estiman, debe ir más allá de las reacciones inmediatas. Además, ha llamado a la participación en las movilizaciones convocadas por Gure Esku Dago, Ernai y la mayoría sindical, pero también a que el descontento en la calle se transforme el 10N en votos independentistas en las urnas.
Arkaitz Rodríguez ha reclamado una «respuesta estratégica». «Debemos convertir nuestro enfado en fuerza liberadora, superando los obstáculos». En ese camino de la «respuesta estratégica», ha abogado porque Euskal Herria y Catalunya articulen fuerzas y las coordinen.
De ahí también la necesidad de una respuesta compartida. «No es el momento de seguir cada cual por su camino, tenemos que unir nuestras fuerzas», ha insistido el secretario general de Sortu para que los esfuerzos resulten efectivos.