Maite Ubiria

El juez ordena el ingreso en prisión del autor del ataque contra la mezquita de Baiona

El juez ha ordenado esta tarde el ingreso en prisión de Claude Sinké, el autor del ataque contra la mezquita de Baiona. Tal como anunciara por la mañana el procurador, Marc Mariée, el resultado del examen psiquiátrico realizado al exmilitar y ex candidato local del Frente Nacional, que constata una «pérdida parcial de la capacidad de discernimiento», no ha impedido su procesamiento por «tentativa de asesinatos, degradación y destrucción de bienes con agravantes, y violencia con uso de arma».

La mezquita de Baiona fue atacada el lunez. (Guillaume FAUVEAU)
La mezquita de Baiona fue atacada el lunez. (Guillaume FAUVEAU)

El juez de libertades ha decretado la prisión preventiva para Claude Sinké, que será procesado a pesar de que el examen médico-psiquiátrico que le fue practicado ayer al detenido por haber tratado de prender fuego a la puerta de la mezquita de Baiona y ser el presunto autor de los tres disparos que hirieron de gravedad a dos personas, revela que este octogenario «acusa una pérdida parcial de la capacidad de discernimiento y de control sobre sus actos».

Concluido el periodo de detención, Sinké ha comparecido esta tarde ante el juez instructor, que ha hecho suyo el informe de la Fiscalía por el que se acusa al hombre, que fue candidato local del FN en las elecciones departamentales de 2015, por «tentativa de asesinatos, degradación y destrucción de bienes con agravantes, y violencia con uso de arma».

La Fiscalía Antiterrorista se inhibe del caso

Así las cosas, la Fiscalía Antiterrorista de París ha optado por no hacerse cargo de un caso que, más allá de la lógica judicial, remite a un contexto claro de islamofobia.

Desde platós de televisión y tribunas políticas francesas son constantes los mensajes estigmatizantes, cuando no directamente criminalizadores, dirigidos a la comunidad musulmana.

Cabe señalar que al día siguiente de que se produjera el ataque a la mezquita de Baiona, el Senado francés aprobó una iniciativa de la derecha gala tendente a prohibir que las madres que llevan velo puedan acompañar a sus hijos-as en actividades extraescolares.

De este modo vuelve a señalarse al velo como elemento de ostentación religiosa, lo que, además de no responder a la realidad, vuelve a poner en foco en una cuestión que, si nos atenemos a los propios balances judiciales, es absolutamente residual.

De hecho, hasta la fecha solo ha habido cuatro causas judiciales en todo el Estado francés sobre esa cuestión, lo que no ha impedido que todo un Senado francés opte por adoptar una prohibición que generará nuevas controversias.

«Neutralidad» de responsables políticos y fiscales

Por lo habitual, el contexto político y social y los precedentes son evocados de inmediato en otros casos de ataques, pongamos contra cementerios o sinagogas judías. No ha sido así en el caso del grave ataque sufrido por la mezquita de Baiona. De hecho, ni responsables políticos ni miembros de la magistratura han empleado el término atentado para calificar los hechos, a excepción del alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray.

Tampoco la trayectoria del presunto agresor, que disponía de todo un arsenal en su domicilio, ha dado lugar a los habituales discursos de «generalizar la denuncia» y de responsabilizar a su entorno, ya por motivos ideológicos o de pertenencia.

Sin embargo, la mezquita de Baiona ha sido objeto de otros ataques, ciertamente menos graves que el ocurrido el lunes, en el pasado reciente.

De hecho, la construcción de ese lugar de culto, sito en la zona norte de la capital labortana, ya hizo aflorar opiniones contrarias. En 2015, coincidiendo con el atentado contra ‘Charlie Hebdo’, aparecieron pintadas en la fachada del templo, y en 2017 se produjo un ataque con cócteles Molotov.

Dos heridos en el hospital

El autor del ataque del lunes declaró a la Policía que actuó para «vengar el incendio de la catedral de Notre-Dame de París», del que hizo responsable «a los musulmanes».

Aseguró que «solo pretendía quemar la mezquita», y que no quería matar a nadie, por lo que «eligió una hora en la que apenas hay personas en ese lugar». No obstante, amenazó a una persona –que huyó– nada más llegar con su vehículo al lugar.

Al tiempo que procedía a arrojar líquido inflamable en la puerta, disparó a una persona que estaba sentada en ese lugar, y luego hizo dos disparos más sobre una persona que llegó en coche.

Esa segunda agresión fue especialmente grave, ya que disparó a esa persona cuando estaba en el coche, y luego procedió a quemar el vehículo. Afortunadamente una persona pudo socorrer al herido y sacarlo del automóvil antes de que este fuera pasto de las llamas.