No ha habido premio para la mejoría del Eibar, que ha encajado su cuarta derrota consecutiva. La fortuna ha sido esquiva a los armeros, superiores durante muchos minutos a un rival que ha hecho lo que debía para llevarse los tres puntos: sufrir cuando le tocaba, acertar cuando debía y recurrir después a todas las estratagemas que tan bien domina, y a las que el colegiado ha puesto alfombra roja, para aguantar su ventaja.
Antes de que se cumpliese el primer minuto ha llegado el primer susto, con una mano involuntaria pero clarísima de Pedro León de la que, por suerte, ha pasado el colegiado. Ha habido más momentos de tensión pero la mayoría de las veces los ha tenido que sufrir el Getafe, a manos de un rival muy mejorado respecto a sus últimos partidos. Pero que no ha podido evitar otro sobresalto considerable, en la última acción previa al descanso, con un chutazo de Olivera al larguero.
El Eibar ha regresado de vestuarios con las mismas ganas pero esta vez se ha encontrado con un Getafe mejor colocado. Resultado, intercambio de golpes. Y de goles anulado. Primero a Mata, por fuera de juego. Y dos minutos después a Kike, que cabeceaba un centro de Correa, por falta previa del propio delantero en el inicio de a jugada.
El mazazo definitivo, lamentablemente, se lo han llevado los armeros. Y a manos de un ex, que siempre duele más. Ocho minutos llevaba en el campo Ángel cuando ha recibido un balón en el área para superar a Dmitrovic y, casi sin ángulo, anotar el 0-1.
El Getafe ya tenía el partido donde quería. Su arte para frenar el juego y la desesperación de un Eibar que se sentía, y con razón, injustamente castigado, han reducido las posibilidades de los azulgranas. Todavía han buscado la portería de David Soria, pero cada vez de forma más esporádica y menos clara. De hecho han sido los madrileños los que han vuelto a marcar, aunque el gol no ha subido al marcador por fuera de juego.
Ahora les toca intentar romper su mala racha en San Mamés. Para complicar aún más el reto, lo harán sin dos de los futbolistas fijos en las alineaciones de Mendilibar, Diop y Orellana, que han visto su quinta amarilla.