Segunda victoria de RETAbet Bilbao Basket fuera del Bilbao Arena. A pesar de las ausencias de Rouselle y Sulejmanovic, los bilbainos han rescatado un triunfo basado ante todo en los 34 puntos que ha encestado Axel Bouteille, denominador común de las dos victorias de los pupilos de Mumbrú a dmilicio. Pero a diferencia de aquel choque inaugural en Tenerife, la victoria vizcaina ha estado en solfa hasta el último segundo, ya que las pérdidas visitantes han equilibrado el desacierto en el triple de un San Pablo Burgos que ha abusado del tiro exterior: 13 de 38.
Los hombres de negro han arrimado el hombro, pero más en ataque que en defensa, porque sobre todo en el primer cuarto, el San Pablo Burgos no ha tenido mayor dificultad en encontrar el cesto bilbaino, aunque los de Joan Peñarroya tampoco es que hayan defendido muy allá. Lo cierto es que Bilbao Basket ha sabido aferrarse al acierto y a la inspiración de Bouteille para responder a cada golpe castellano. El alero galo, unop de los jugadores señalados tras la derrota frente a Morabanc andorra, se ha descolgado con 17 tantos en los 20 primeros minutos, aparte de saber jugar con compañeros como Balvin.
Ha sido una primera mitad vibrante, con unas defensas excesivamente relajadas y con demasiada confianza en sus propias capacidades ofensivas. En ese sentido, San Pablo Burgos ha homenajeado a aquel «Run & Gun» de Paul Westhead jugando a posesiones ultracortas, con un Bruno Fitipaldo ejerciendo de puñal, aunque el 7 de 21 en triples en tiempo de descanso haya podido provocar algún que otro síncope leve. En esas, Bilbao Basket ha sabido sobrevivir a su condición de equipo con un solo base puro, un Thomas Schreiner que ha tenido a Jaylon Brown algo incómodo a su lado –la estadística de pérdidas ha desnudado sus carencias organizativas, en buena medida por su querencia al juego directo–, pero que ha sabido encontrar a su socio de fatigas, un Ben Lammers con quien se entiende de maravilla.
Lo cierto es que, por una cosa o por otra, Bilbao Basket ha sabido estar en los momentos malos para alcanzar el receso con un 43-45 a su favor, firmando un 5 de 7 desde más allá de los 6,75 metros. Ese porcentual por encima del 50% se ha sabido mantener después de los 40 minutos: 9 de 17.
Secundarios esenciales
Hay que reconocer que, salvo momentos puntuales, Bilbao Basket ha sabido ir por delante durante la mayor parte de la segunda mitad. No ha podido abrir brechas mayores a los seis puntos, porque el dominio reboteador de la primera mitad se ha ido diluyendo, sobre todo cuando los burgaleses han empezado a cargar el rebote.
Y pese a todo, los bilbainos han sabido igualar los dos cuartos, para conseguir terminar siempre con dos puntos de renta. Bouteille, que ha conseguido la proeza de sumar otros 17 tantos en los segundos 20 minutos, no ha estado solo, como suele ser lo normal en estos casos. Mientras que San Pablo Burgos ha nivelado la exhibición del alero francés con Jean Pierre Tokoto, Fitipaldo, Earl Clark y un Vitor Benite salvador en el último cuarto, los secundarios de Bilbao Basket solo han tenido intervenciones puntuales, pero muy importantes. Así, pese a sus balones perdidos, Jaylon Brown ha sabido sumar a su manera, con canastas y su electricidad. Ben Lammers, como le corresponde a un jugador feliz en la brega, con puntos con cuentagotas, rebotes y algún tapón por ahí suelto. No obstante, hay que poner el foco en los puntos de Thomas Schreiner y Rafa Martínez. El escolta catalán, sin que haya estado brillante, ha sabido sumar desde la línea de tiros libres, corrigiendo una peligrosa deriva en el tercer cuarto, momento en el que el arbutraje ha pitado sendas técnicas a Javi Vega –por flopping– y Joan Peñarroya. Mientras, Schreiner y Kulboka han estado al quite para sumar mediante triples puntuales cuando San pablo Burgos ha intentado tomar la delantera en el inicio del cuarto final.
Esos puntos han servido para que Bouteille haya podido tomarse un respiro. Durante varios momentos ha errado tiros libres por puro cansancio, pero cuando ha tomado aliento, ha vuelto con todas las de la ley a la carga con un «dos más uno» tras rebote ofensivo. Esa gran acción le ha valido para tomar confianza para poder acometer un final de partido infartante. Los hombres de negro han endosado un parcial de 0-7 para pasar del 81-80 al 81-87. No obstante, Vitor Benite ha asomado por la cancha para decir que el triunfo bilbaino tendría que ser por encima de su cadáver.
Quizá durante esos momentos los malos recuerdos de Santiago de Compostela y Manresa hayan podido pasar por la mente de los jugadores vizcainos, pero entre los triples errados por McFadden y la seguridad recobrada por Bouteille y sus compañeros desde la línea de tiros libres, incluso la pérdida de un balón tras tiempo muerto de Mumbrú a 2,5 segundos ha sido un mal menor, ya que el triunfo, un bálsamo que llega después de tres derrotas seguidas y que supone el sexto para los hombres de negro –en teoría, el 50% de lo que se precisa para garantizar la permanencia en la Liga ACB–, ya no iba a salir del zurrón.