Javier Esparza se ha referido en declaraciones a Europa Press al tercer punto del acuerdo suscrito entre el PNV y el PSOE para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, que contempla traspasar en seis meses la competencia de Tráfico a Nafarroa.
Para el presidente de UPN, «aceptar la histórica exigencia del nacionalismo vasco de que la Guardia Civil salga de Navarra es el colmo de la desvergüenza». Y ha criticado, además, que con el acuerdo firmado entre Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar sobre Tráfico, el PNV «se está atribuyendo una representación en Navarra que los propios navarros le negaron en las urnas».
«Los ciudadanos de la Comunidad foral no dieron un diputado al PNV», ha subrayado Esparza, para quien «lo que se está evidenciando es algo que ya dijimos al inicio de esta legislatura, que quien gobierna en Navarra es el nacionalismo vasco y no el PSN».
En opinión del dirigente unionista, «el PSN tendrá que explicar el sinsentido de la firma de este acuerdo» y «la contradicción en la que incurren cuando hace pocas semanas les veíamos defender el mantenimiento de la Guardia Civil en Navarra».
Esparza ha dicho que UPN «siempre ha defendido que queremos que la competencia de Tráfico sea traspasada a la Comunidad foral», pero ha remarcado que «queremos que la prestación del servicio se haga de forma conjunta y complementaria por la Guardia Civil y la Policía Foral, como se está haciendo hasta ahora». Y ha señalado, en este sentido, que «de la lectura del acuerdo que han firmado, la Guardia Civil de Tráfico desaparecería en Navarra».
A su parecer, que la lehendakari de Nafarroa, María Chivite, «acepte que el PNV negocie competencias para la Comunidad foral en su nombre retrata a lo que ha llegado el socialismo navarro», por lo que ha concluido que el PSN «hoy es una marioneta en manos del PNV».
Ha criticado, además, que el PSOE «está dispuesto a pagar el precio que exija el PNV con tal de llegar al poder» y ha considerado «una traición a Navarra y a España» que «el socialismo navarro y español se haga cómplice de una de las grandes prioridades del nacionalismo vasco, echar a la Guardia Civil de Navarra».