Ane URKIRI ANSOLA
DONOSTIA
Interview
JOSEBA AZKARRAGA
PORTAVOZ DE SARE

«Haremos hincapié en que se debe aplicar la progresión de grados de forma similar a cualquier preso»

Joseba Azkarraga (1950, Agurain) explica las decisiones que se deben ir dando para terminar con la dispersión. Cree que «ahora es el momento» por el nuevo Gobierno en el Estado español que se formará estos días. Confía en que haya avances y cree clave respetar la progresión de grados en base a la ley penitenciaria, sin la aplicación del régimen de excepcionalidad.

Sare, convocante de la manifestación en favor de los derechos de los presos, los exiliados y de sus familiares, aprovechó la mañana posterior a la marcha de Bilbo para anunciar que comenzará una ronda de contactos con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados de Madrid. A su vez, organizará un congreso internacional en colaboración con el campo académico y con personas del ámbito internacional que han trabajado en procesos de reconciliación. «Este congreso puede darnos pautas para continuar. Nuestra voluntad es poder hacerlo este año», cuenta en una entrevista concedida a GARA Joseba Azkarraga, portavoz de Sare.

Van a comenzar una ronda de contactos con los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados de Madrid. ¿Hay algo concretado?

Está en elaboración un informe bastante exhaustivo sobre la situación de los presos y, sobre todo, respecto a aquellos que más vulneración de derechos sufre por parte de la administración penitenciaria. Junto con el informe, vamos a trasladar aquellas medidas que consideramos que se deben de tener muy en cuenta. Los pasos tienen que tener como prioridad a aquellos presos o presas que tienen hijos pequeños; hay que tener muy en cuenta la carga que este tipo de trayectos supone para esos niños. Lo mismo en el caso de aquellos presos o presas que tengan padres o madres en edad avanzada. Hay que ir concretando fórmulas que permitan aliviar la vulneración de derechos.

Sin olvidarse de los presos gravemente enfermos.

Por supuesto. También vamos a hacer mucho hincapié en que el Gobierno español, en este caso la administración penitenciaria, debe aplicar la progresión de grados de forma similar a como se aplica a cualquier preso o presa social en cárceles del Estado. Por tanto, que no haya presos que lleven ya 30 años de privación de libertad y que sigan en primer grado. Eso nos parece clave porque esto puede suponer ir aligerando el cumplimiento de la pena.

Hace dos años también hicieron una ronda de contactos. ¿Qué ha cambiado?

Desgraciadamente muy poco porque ha habido un Gobierno español prácticamente en funciones desde hace dos años. Lo que puede cambiar a partir de ahora es que es un Gobierno que se conforma de una forma diferente, que lo conforman dos partidos políticos. Estos partidos, tanto en el Parlamento de Navarra como en el de Gasteiz, se han posicionado en la línea de nuestras reivindicaciones. Ese Gobierno cuenta también, a través de la abstención o a través del «sí», con el apoyo de partidos del ámbito vasco y catalán. Estamos en una situación mejor para que una vez por todas comience a cambiar con propiedad las cosas. Si no es ahora, ¿cuándo va a ser?

¿Y si no se da ahora?

Nosotros seguiremos insistiendo y seguiremos movilizando a la gente. Con la movilización de ayer tienen que ver el aval que este tipo de reivindicaciones tiene tanto en la sociedad como en las instituciones vascas, para que este tipo de iniciativas tenga su hueco también en el Parlamento español.

Menciona el apoyo de PSE, PSN o Elkarrekin Podemos. ¿Les ha llegado algo desde Madrid?

Todavía no. Creemos que, si en el ámbito vasco, en ambos parlamentos, se han posicionado de una forma positiva, hay que insistir en que ahora hay que pasar de las palabras a los hechos. Porque defender y aprobar este tipo de iniciativas en los parlamentos de Gasteiz o Iruñea, aunque es muy importante porque supone un espaldarazo, no tiene un efecto práctico.

El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez concedió una docena de permisos, una treintena de progresión de grados y un permiso a un preso gravemente enfermo. No parece suficiente.

No. Y es que además tampoco es muy correcto lo de la progresión de grados. Casi el 85% de los presos están en primer grado. Lo que ocurre es que a un 30% de ellos se les aplica el artículo 102 que flexibiliza más su situación de privación de libertad, pero sigue siendo el primer grado. Tenemos que tener muy en cuenta estos temas para no confundir cuál es la situación.

En el caso de la población reclusa, en general, en el Estado en primer grado solamente está un 5%. Hay que insistir mucho en que lo que es importante es la progresión de grado real; de primero a segundo y de segundo a tercero, que les permita la libertad condicional después de haber cumplido las tres cuartas partes de la condena, que ya la tiene cumplida un número importante de presos y que deberían de estar en sus casas ya. Estamos pidiendo que se cumpla su propia ley general penitenciaria y que a los presos vascos no se les aplique un régimen de excepcionalidad.

En el marco del Estado francés, el Ministro de Agricultura, Didier Guillaume, apoyó la movilización de Baiona.

El apoyo ayer del ministro es un buen dato. En el caso del Estado francés los pasos que se han venido dando han sido muy importantes, gracias también a la capacidad que han tenido nuestros compañeros de Iparralde, los Artesanos de la Paz, de ir creando una complicidad en el ámbito político. La mayoría política en Iparralde está en una misma línea, y eso ha permitido avanzar hacia una mesa de negociación con el Ministerio de Justicia, con el Gobierno francés. Eso ha posibilitado que el alejamiento se haya reducido de manera muy considerable, aunque es cierto que lleva meses paralizado. Existe una diferencia en la forma de proceder de los derechos humanos de un país y otro.

¿A qué se debe esa paralización?

Nuestros compañeros de Iparralde creo que consideran que se debe a las presiones del Gobierno español para que no se vea la diferencia de ritmo de un gobierno y otro; entre un gobierno que se va moviendo y un gobierno que lleva años paralizado en este asunto.

¿Cómo valora la respuesta del sábado?

Multitudinaria, emotiva, reivindicativa y festiva. Estamos muy satisfechos que año tras año se continúe manteniendo el nivel de asistencia. La valoración nuestra no puede ser más positiva. Nos gustaría que el año próximo no tengamos que convocar manifestaciones porque el objetivo se ha conseguido, pero mucho me temo que, tal como van las cosas, el año que viene, e incluso este mismo año en diferentes actividades, tendremos que volver a salir a la calle.