Miembros de coordinadoras de pensionistas y de asociaciones de jubilados han comparecido este viernes en rueda de prensa, en Bilbo, para dar a conocer su postura ante la huelga del 30 de enero convocada por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria con el objetivo de exigir «una vida digna» y recuperar los derechos perdidos con «los recortes» durante la crisis económica.
Estos pensionistas se desvinculan del apoyo a la huelga general que el movimiento de pensionistas de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa expresó en el comunicado publicado el pasado martes, en el que también llamaba a realizar una cacerolada y estruendo en todas las localidades el día 29, miércoles, y a las manifestaciones convocadas para el mediodía del día 30 en las capitales y algunos pueblos.
Según ha explicado José Luis Ruiz, uno de los portavoces de la comparecencia de Bilbo, estos representan a un grupo de asociaciones que recogen en su seno a «un amplio espectro del movimiento del colectivo de pensionistas, que no están con la convocatoria de huelga anunciada en nombre de todos los pensionistas, en la que se está implicando al conjunto del movimiento de pensionistas, y esa no es la opinión del conjunto de pensionistas».
El nuevo Gobierno español
En el mismo acto, Antton Karrera y Mariam Rojas han dado lectura a un comunicado en el que han asegurado que la formación del nuevo Gobierno español «despierta esperanzas dentro del movimiento de pensionistas», aunque han dicho ser conscientes del «ataque furibundo del que va a ser objeto por parte del poder económico, de algunas organizaciones políticas y de la UE, para que no se realicen o ralenticen las medidas necesarias para asegurar el futuro del sistema público de pensiones».
Desde estas asociaciones –han citado, entre otras, a Nagusiak, AJPD, Coespe, Agijupens, Aspalgi, Fevaas, Gepe y Nagusilan– han hecho un llamamiento a «recobrar la senda de la unidad y del consenso, factor fundamental para caminar juntos teniendo en cuenta la pluralidad y diversidad que se da entre asociaciones, plataformas, y personas individuales que conforman el movimiento de pensionistas».
A su entender, un movimiento de pensionistas «plural y autónomo es la mejor garantía para exigir y lograr» sus reivindicaciones.
Al mismo tiempo, han destacado que son «solidarios» con las demandas de los trabajadores y otros colectivos sociales y luchan «contra la precariedad y la pobreza». «Lo hemos demostrado en numerosas movilizaciones conjuntas, pero somos un movimiento sin vinculación con ninguna institución, formación política ni sindical y defendemos nuestro espacio y reivindicaciones propias», han señalado.