Txisko FERNÁNDEZ

El rescate de los dos trabajadores se suspendió 14 horas

La constatación por parte de Osalan de que entre la tierra y los escombros deslizados ladera abajo hay una importante cantidad de amianto dio lugar a que se interrumpieran las labores de rescate de los dos trabajadores del vertedero que quedaron sepultados el jueves. La búsqueda quedó suspendida desde la una de la madrugada hasta media tarde.

La búsqueda de los dos trabajadores desaparecidos por parte de los equipos de rescate y del personal de una empresa especializada en el tratamiento de residuos de amianto se retomó pasadas las tres de la tarde de ayer en el vertedero ubicado en Eitzaga, barrio de Zaldibar próximo a los núcleos urbanos de Ermua y Eibar.

Los desaparecidos son un vecino de Markina, que antes residió en Eibar, y otro de Zalla, de entre 50 y 60 años.

El deslizamiento de un enorme volumen de tierras y escombros (cerca de 500.000 metros cúbicos) ocurrió hacia las cuatro de la tarde del jueves. Poco después se inició la búsqueda de las personas que operan en las instalaciones de Verter Recycling 2002, S.L. Ayer, el viceconsejero de Seguridad del Gobierno de Lakua, Josu Zubiaga, comentó que en un principio se pensó que hasta siete empleados podían haber quedado sepultados en la zona alta del vertedero, donde se originó el desprendimiento.

Según el relato de hechos que hizo Zubiaga durante una rueda de prensa que tuvo lugar en Bilbo, el rescate se interrumpió hacia la una de la madrugada por la presencia de una gran cantidad de amianto en la zona. El diputado foral de Infraestructuras de Bizkaia, Imanol Pradales, precisó que fueron los técnicos de Osalan (Instituto Vasco de Seguridad Laboral) quienes indicaron que había que parar los trabajos por ese motivo, tras lo cual, según dijo, se adoptaron las medidas oportunas para garantizar la protección de los equipos que actuaban en la zona ante ese producto nocivo.

Pero tuvieron que transcurrir 14 horas hasta que los equipos de rescate, a los que se dotó del material «adecuado», y personal de una empresa especializada en el tratamiento de residuos de amianto reiniciaran la búsqueda, así como las tareas de desescombro.

Según explicó el viceconsejero de Seguridad, las dotaciones de bomberos y ertzainas debían «marcar» en qué espacios excavar –labor que será «manual» por indicación de los geólogos–, y esta tarea concreta la llevarán a cabo los trabajadores de la empresa especializada. Tareas que quedaron suspendidas hacia las 19:30, hasta la mañana de hoy, según informó SOS Deiak.

Preguntado sobre por qué no se adoptaron medidas similares en las primeras horas tras el derrumbe, Zubiaga indicó que en este tipo de situaciones «prima localizar con vida a los desaparecidos». Pero desde la una de la madrugada del jueves hasta las tres de la tarde siguiente no se hizo nada sobre el terreno para encontrar a los dos trabajadores.

En respuesta a las críticas de sindicatos de la Ertzaintza por la posibilidad de que los agentes hubieran estado expuestos al amianto, Zubiaga replicó con esta afirmación: «En un primer momento no se sabía que allí había amianto y una vez que se supo, tomamos medidas, pero aunque se hubiera sabido que había amianto, si hay posibilidad de salvar vidas, esto es lo prioritario».

Hace trece años, en la resolución del 22 de enero de 2007, en la que el viceconsejero de Medio Ambiente concedió la «autorización ambiental integrada para el proyecto de vertedero de residuos no peligrosos promovido por Verter Recycling 2002, S.L.» –petición presentada por José Ignacio Barinaga Eguia– ya se indicaba que entre los «residuos admisibles» se incluían «materiales de aislamiento y materiales de construcción que contienen amianto».

Es más, Verter Recycling está inscrita con fecha de 19 de setiembre de 2017 en la relación de los Registros de Empresas con Riesgo de Amianto del Departamento de Trabajo y Justicia. Y lo que resultaría más difícil de explicar es que los propios responsables de la empresa no lo hubieran comunicado a las autoridades durante toda la tarde-noche del jueves.

Inestabilidad junto a la AP8

Los trabajos de desescombro sí prosiguieron durante la noche en las calzadas de la AP8 y de la N-634, de tal forma que poco después de las siete de la mañana la variante de Ermua estaba reabierta en los dos sentidos a las siete de la mañana y en la autopista se hizo un by-pass sobre los carriles en sentido Bilbo.

Y eso se hizo pese a que, como señaló Imanol Pradales a media mañana, los geólogos de la Diputación habían determinado que había «cierta inestabilidad» en la zona del vertedero. «Los carriles dirección Donosti no los hemos tocado, entre otras razones porque tenemos que tener la certeza y la seguridad de que entrando ahí con maquinarias (...) no nos encontremos con una inestabilidad que ponga en riesgo la vida y la seguridad de las personas», comentó el diputado foral de Infraestructuras.