A tres días de la celebración de la primera vuelta de las elecciones, con el mensaje que lanzará esta noche (20.00) a través de la televisión, Emmanuel Macron «se esforzará, sin duda, en tranquilizar a los franceses», según ha indicado la portavoz del Gobierno, Sibeth Ndiaye.

Desde las 9.00 de la mañana, Edouard Philippe, junto a cinco ministros –entre ellos los de Salud e Interior–, recibe en Matignon a las máximas autoridades del Parlamento y de los grupos parlamentarios, así como a los líderes de los partidos políticos y los presidentes de las asociaciones de electos.

El último balance del coronavirus en el Estado francés es de 2.281 personas contagiadas, de las cuales 105 se encuentran graves, y 48 fallecidas, lo que supone 15 más que 24 horas antes y cerca de 500 nuevas infectadas.

«El virus circula cada vez más activamente y cada vez en más territorios», ha advertido el director general de Salud, Jérôme Salomon, que ha añadido: «Nos tenemos que preparar para el escenario italiano».

Un nuevo foco se ha detectado en la aglomeración de Montpellier. Guarderías y centros escolares de 16 municipios del este de la ciudad van a ser cerrados y se prohibirán las reuniones no esenciales de más de cincuenta personas.

En Corsica, todos los centros escolares se cerrarán hasta el 29 de marzo para limitar la propagación del virus, que afecta a 51 personas en toda la isla.

«Lo más duro está por llegar»

«Lo más duro está por llegar», ha prevenido el profesor Jean-François Delfraissy, presidente del Comité Nacional de Ética francés.

En previsión de las municipales del domingo, el ministro de Salud, Olivier Véran, ha insistido en que «a la entrada y a la salida» de los colegios electorales se dispondrá de gel hidroalcohólico y que los electores podrán llevar su propio bolígrafo para firmar. Y «siempre que sea necesario» se limpiarán los colegios electorales, ha señalado.