Para intentar responder a las dudas sobre cómo actuar en caso de tener a una persona contratada para el cuidado de un menor o de un anciano o limpieza, o de trabajar en el sector del servicio del hogar, NAIZ se ha puesto en contacto con una agencia de colocación de Donostia homologada por Lanbide, que desde ayer está recibiendo numerosas llamadas tanto de clientes como de empleados preguntando sobre la continuidad del contrato, sobre posibles modificaciones en los horarios y las horas contratadas, medidas de higiene.

Apuntan que hasta el momento aún «no se han aprobado medidas extraordinarias» en cuanto a los servicios domésticos. «Antes de dar por finalizado un contrato y que el empleado o empleada del hogar se vea económicamente afectado, estamos planteando la búsqueda de una solución entre empleadores y trabajadores, como por ejemplo, cambios de horario, vacaciones, recuperación de horas de trabajo en otro momento, permisos no retribuidos o excedencia por cuidado de hijos e hijas. También nos están llegando casos de cuidadores que ahora tienen que hacerse cargo de sus propios hijos o de sus padres. En ese caso, tienen que ir al médico y pedir una baja laboral. No es conveniente que los trabajadores acudan al lugar de trabajo acompañados de sus hijos o hijas», señalan a NAIZ.

En cuanto a las medidas a tomar en cuenta, remiten a las ya expuestas por el Departamento de Sanidad de Lakua. «El cuidador o cuidadora debe ser rigurosamente escrupuloso en la higiene, sobre todo, si cuidan a personas mayores y se encargan de su aseo. Cada cuidador debe hacer uso de la mascarilla, guantes, y gel desinfectante. Lavarse las manos antes de entrar al hogar y después de salir. No hay un protocolo específico para este sector, por tanto, lo que estamos recomendando es seguir a rajatabla los protocolos ya establecidos, hacer uso del sentido común y evitar estar en contacto con grandes grupos poblacionales después de trabajar, porque se trata de minimizar en la medida de lo posible la propagación del virus».