El SNP ha confirmado que no habrá un segundo referéndum de independencia este año, ya que los esfuerzos se centran en abordar el coronavirus. En una carta al Gobierno de Boris Johnson, el Ejecutivo escocés aboga por centrarse en la lucha contra la pandemia.

En la misiva, el secretario escocés de la Constitución, Michael Russell, asegura que los ministros habían detenido el trabajo para llevar a cabo la consulta como resultado de la pandemia. «Debido a esta crisis, el Gobierno escocés ha detenido el trabajo para prepararse para un referéndum de independencia este año».

Russell añade que los planes para solicitar a la Comisión Electoral que apruebe una posible pregunta de referéndum también se han archivado.

Todas las formaciones, desde distintos puntos de partida, han apoyado la medida. El conservador Murdo Fraser ha apuntado que «esta es una noticia muy bienvenida y será un alivio para los trabajadores y las empresas por igual». A lo que ha añadido que «desde que se hizo evidente la magnitud de este brote, ha sido necesario que todos los gobiernos y partidos políticos trabajen juntos».

El líder demócrata liberal escocés Willie Rennie ha reconocido «lo que esto significa para el SNP, por lo que debe ser difícil poner sus ambiciones en espera». «Tendremos el debate sobre los méritos de mantener a nuestro país unido en otro momento, pero debemos dejar de lado todas estas diferencias mientras superamos esta amenaza para nuestras vidas y nuestra forma de vida», ha asumido.

Los Verdes, muleta del SNP tanto en las políticas esocesas como en la campaña independentista, han aplaudido que «el Gobierno escocés priorice sus recursos para enfrentar la crisis de salud pública que todos enfrentamos». «La forma en que vivimos nuestras vidas ha cambiado y seguirá siendo impactada dramáticamente en los próximos meses. Claramente, esta situación sin precedentes exigirá toda la atención de los gobiernos escocés y del Reino Unido, y muchos asuntos importantes desde la independencia hasta el Brexit no avanzarán por el momento», han señalado.

Lo cierto es que el Ejecutivo de Nicola Sturgeon se encontraba entre la espada y la pared. Con la negativa de Londres a aceptarle una segunda consulta y las críticas desde distintos sectores de la campaña independentista, que le acusan de no dar los suficientes pasos para llevar a cabo el referéndum y enfocar la campaña en las elecciones escocesas de 2021, Holyrood jugaba un papel complicado. La partida, por el momento, se retrasa.