Las agencias Efe y Europa Press han recogido la instrucción que el Ministerio de Interior, a través de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, ha remitido a las cárceles como desarrollo de la orden que, debido al coronavirus, restringe notablemente las salidas y comunicaciones de los presos.
En este caso, solo son medidas que afectan a los Centros de Inserción Social (CIS) y a las Secciones Abiertas de los centros penitenciarios, es decir, solo para los presos que ya están clasificados en tercer grado o semilibertad.
Según esa instrucción, sería cada junta de tratamiento la que debería estudiar caso por caso y decida si el preso en tercer grado cumple su condena en su casa pero controlado con una pulsera telemática. No obstante, Interior ha previsto otra medida en el caso de que no haya suficientes dispositivos, de tal manera que el interno debería permanecer en su casa controlado por llamadas telefónicas aleatorias.
Fuentes penitenciarias citadas por Efe han querido destacar que no se trata de poner en libertad a ningún preso, sino de facilitar, siempre que así lo acuerde la Junta de Tratamiento del CIS, que pueda cumplir su régimen de semilibertad en casa y controlado.
De los presos de EPPK, solo uno, Gorka Fraile, se encuentra en un CIS.