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Las fuerzas políticas empiezan a buscar nueva fecha de elecciones en Bolivia

Ocho fuerzas políticas de Bolivia han empezado hoy a buscar una nueva fecha para los comicios generales tras respaldar la decisión del órgano electoral de aplazarlas para después del 3 de mayo como estaban previstas, debido a la pandemia de coronavirus.

La presidenta «de facto» de Bolivia, Jeanine Áñez. (PRESIDENCIA DE BOLIVIA / AFP)
La presidenta «de facto» de Bolivia, Jeanine Áñez. (PRESIDENCIA DE BOLIVIA / AFP)

El presidente del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, Salvador Romero, ha manifestado a los medios de comunicación en La Paz que se ha reunido con representantes de las ocho fuerzas políticas que se presentan a los comicios generales para buscar «consensos» para una nueva fecha.

«Todas las candidaturas han expresado su respaldo al posicionamiento que asumió el tribunal electoral», ha indicado Romero, quien ha añadido que continuarán las reuniones con los delegados de las ocho formaciones, que probablemente sean virtuales por la situación en el país, donde está declarada la cuarentena.

«Estamos buscando concertar una fecha para las elecciones que al mismo tiempo preserve y garantice una elección libre y transparente que tome en cuenta la necesidad de preservar la salud de los bolivianos», ha señalado.

Aplazadas hasta nueva fecha

El sábado, el órgano electoral anunció el aplazamiento del calendario electoral a raíz de la determinación del Gobierno golpista de Bolivia de entrar en cuarentena por catorce días para frenar los contagios de coronavirus.

En Bolivia hay 27 casos confirmados de contagio por Covid-19, según el último balance del Ministerio de Salud.

Bolivia volverá a las urnas tras las elecciones anuladas el pasado octubre después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtiera de «irregularidades» a favor del presidente, Evo Morales, quien fue declarado vencedor en primera vuelta para un cuarto mandato seguido.

En noviembre, las Fuerzas Armadas le «aconsejaron» renunciar y Morales se exilió tras denunciar un golpe de Estado para derrocarlo y privarlo de una victoria en las urnas en medio de presiones de mandos policiales y militares, animados por EEUU y sus aliados.