Cinco estados africanos figuran –oficialmente– entre los pocos países del mundo en los que aún no se ha registrado ningún caso de Covid-19, junto a algunos archipiélagos aislados. Pero mientras algunos dirigentes de estos estados atribuyen su fortuna a la gracia divina o su aislamiento aéreo, se plantea la duda de si la ausencia de casos está ligada a la debilidad de sus sistemas sanitarios para poner en marcha las pruebas que los detecten.
Burundi era hasta este martes el sexto estado africano al margen de la epidemia, y el Gobierno agradecía «a Dios todopoderoso» que haya protegido al país, según su portavoz, Prosper Ntahorwarniye, que atribuía a «malas lenguas o pájaros de mal agüero» las dudas sobre la capacidad de Burundi para detectar la enfermedad.
«Hay cero casos en Burundi, porque hasta ahora ha habido cero test», afirma un médico burundés bajo condición de anonimato.
De hecho, poco después el Ministerio de Sanidad confirmaba los dos primeros casos.
Aunque apela a dios, el Gobierno había tomado algunas medidas como la suspensión de vuelos internacionales.
En el archipiélago de las Comores, entre Madagascar y Mozambique, el doctor Abdou Ada se pregunta si la falta de casos está ligada el tratamiento antipaludismo en masa a base de artimisina, aunque subraya que «es una opinión personal sin confirmación científica».
Lesotho ha aplicado un confinamiento en todo el país aunque no ha registrado casos, si bien hay sospechas sobre varias personas, cuyos resultados se esperan en breve.
También el Gobierno de Malawi niega que la ausencia de afectados se debe a la incapacidad de realizar pruebas. «Tenemos test y hacemos análisis», afirma el Ministerio de Sanidad. Pero el país cree que finalmente, al enfermedad acabará llegando y ha pedido a las personas que lleguen del exterior que se pongan en cuarentena.
Cuatro camas de UCI
El archipiélago de Sao Tomé y Príncipe ha cerrado sus fronteras pese a la importancia del turismo para la economía, ante su delicada situación. La OMS constata que no el país puede llevar a cabo tests y cuenta con solo cuatro camas de cuidados intensivos para 200.000 habitantes.
Para el doctor Angok Gordon Kuol, uno de los responsables de la lucha contra el nuevo coronavirus en Sudán del Sur, el país no ha registrado casos porque carece de un tráfico aéreo importante.
Pero a las autoridades les preocupa el número de trabajadores extranjeros y los que puede aún llegar a uno de los países más pobres del mundo, que apenas ha salido de una guerra civil que comenzó en 2013.
Gordon estima que la capacidad de realizar test es de un máximo de 300 personas. El Gobierno ha anulado actos deportivos, religiosos y políticos, ha cerrado escuelas y comercios y ha suspendido los vuelos internacionales.
Islas del Pacífico
También parecen lejos del alcance del coronavirus las islas Palaos, Tonga, Salomon, Marshall y la Micronesia, en el Océano Pacífico, gracias a su aislamiento geográfico y a las restricciones de viaje, pero puede ser solo por un tiempo o incluso que el virus haya llegado ya. Las islas Marianas del Norte, han contabilizado ya los primeros casos.
En Palaos, a pesar de que no hay casos confirmados, el coronavirus altera los comportamientos y la economía.
En Koror, la principal localidad del país, los supermercados se quedaron sin gel desinfectante, mascarillas y alcohol. Los habitantes están empezando a aplicar medidas de distanciamiento social y los médicos esperan la llegada de tests de detección de coronavirus desde Taiwán.
En paralelo el Gobierno está construyendo cinco habitaciones aisladas para hospitalizar hasta 14 personas, como si esperara lo inevitable.
En el Antártico, las 90 personas que viven en bases australianas están ahora aisladas –al menos hasta noviembre– en el único continente del mundo donde no ha llegado el coronavirus.
Oriente Medio
Las dudas sobre las cifras de afectados se extienden a Oriente Medio, donde, a excepción de Irán, el Covid-19 parece tener menor impacto. Según Richard Brenan, director de emergencia de la OMS para la región del Mediterráneo Oriental las cifras son una combinación de una «respuesta inicial efectiva» por parte de muchos países y «probablemente en algunos países con estimaciones por debajo de la realidad».
«En muchos países como no tienen capacidad de hacer test a la escala que nos gustaría muchas de esas cifras, no digo que en todos los países, pero sabemos que en algunos países los números disponibles son una estimación demasiado baja», indica. A su juicio, «probablemente un subregistro en muchos de los países a lo largo de la región».
Y entre los países con menos capacidad para responder al coronavirus son aquellos que son o han sido escenario de conflicto en los últimos años. Entre todos ellos destacan Yemen, Siria e Irak (con 0, 9 y 547 casos), países a los que se suma Libia y Somalia (3 cada uno).