Con la advertencia de que hay que mantener «la mayor disciplina» en la aplicación de las medidas preventivas y mostrando la disposición de su Gobierno a «pisar el freno» si es necesario en cualquier momento, el canciller austriaco, Sebastian Kurz, presentó el lunes el calendario para «una reactivación por etapas».

El primer paso de esta hoja de ruta para reactivar de forma paulatina la actividad económica se dará la próxima semana, ya que los pequeños comercios volverán a levantar la persiana a partir del día 14. La medida afecta a todos los establecimientos con una superficie menor a 400 metros cuadrados.

Habrá restricciones, como un límite de clientes –solo podrá haber uno por cada 20 m2–, medidas adicionales de desinfección y la obligatoriedad de llevar mascarillas en el interior.

El resto de comercios abrirá a partir del 1 de mayo, mientras que restaurantes, hoteles y otros servicios, como salones de belleza o tintorerías, podrán retomar la actividad como pronto a mediados de mayo, aunque esa decisión se supeditará a cómo evolucione la situación.

«La decisión sobre si esto será posible se tomará a finales de abril», puntualizó Kurz, que llegó a la rueda de prensa con una mascarilla, que se quitó para hablar desde un atril que contaba con una pantalla transparente de seguridad.

Los más pequeños podrán volver a las aulas de preescolar y primaria el 15 de abril, mientras que colegios e institutos tendrán que esperar al 10 de mayo.

Este levantamiento de ciertas restricciones no supone una vuelta a la normalidad, advirtió el canciller, que subrayó que no se contempla permitir grandes eventos públicos al menos hasta finales de junio.

Instalaciones públicas como piscinas, pistas deportivas y gimnasios permanecen cerrados y a finales de abril se ofrecerá más información sobre posibles fechas de reapertura. Tampoco hay una fecha prevista para la reapertura de cines y teatros, cuya situación se evaluará en las próximas semanas.

Evolución esperanzadora

Desde que se decretó el confinamiento el 16 de marzo, solo establecimientos esenciales como supermercados, farmacias y estancos pueden abrir, y se autorizan los servicios de entrega de comida de algunos restaurantes con medidas extraordinarias de higiene.

Con una población que ronda los 9 millones de habitantes, Austria ha registrado un número considerable de contagios por coronavirus: los últimos datos suman 12.390, con 246 nuevos en las últimas 24 horas. Pero el número de personas fallecidas es relativamente muy bajo, 220, cuando, por ejemplo, Euskal Herria, con poco más de 3,12 millones de habitantes, ya tiene que lamentar 737.

Hasta el momento ha realizado 111.296 test para detectar el Covid-19, lo que supone 12.357 por cada millón de habitantes.

«Hemos salvado vidas juntos, y hemos creado las condiciones para reactivar la economía de forma más rápida y mejor que otros países. Tenemos la oportunidad de seguir por este camino, pero solo si seguimos actuando unidos», afirmó el jefe de Gobierno.

Señaló que esa nueva normalidad no será como antes de la epidemia, ya que seguirá siendo necesario mantener la distancia social y extender el uso de mascarillas para boca y nariz con el fin de limitar contagios.