«Estados Unidos no se está quedando sin productos. Pero las estanterías vacías revelan que la cadena de suministro está bajo presión y el Gobierno y la industria deben resolverlo juntos», ha asegurado en Twitter el grupo, que representa entre otros a gigantes como Nestlé o Campbell Soup.
Por su parte, sindicatos y organizaciones defensoras de migrantes han denunciado que empresas procesadoras de carne, como JBS USA (subsidiaria de la compañía del mismo nombre en Brasil) están poniendo en peligro la vida de los trabajadores porque están hacinados y carecen de mascarillas o guantes.
Al menos 12 compañías cárnicas han anunciado el cierre de algunas de sus instalaciones en Estados Unidos.
Uno de los más sonados ha sido el de la planta procesadora de Smithfield en Sioux Falls (Dakota del Sur), responsable del 5% del cerdo que se consume en todo el país y donde 300 de sus 3.700 empleados han dado positivo por coronavirus.
En un comunicado, el consejero delegado de Smithfield, Kenneth Sullivan, aseguró este lunes que el cierre de la planta de Sioux Falls y la clausura de otras instalaciones cárnicas está colocando a Estados Unidos «peligrosamente cerca del límite en términos de suministro de carne», lo que podría desembocar en estanterías vacías en los supermercados.
«Es imposible mantener nuestras tiendas abastecidas si nuestras plantas no están funcionado», avisó Sullivan.
La interrupción del suministro de carne podría tener un gran impacto en la vida de Estados Unidos, uno de los países del mundo donde más carne se consume.