El superintendente de la Policía Montada en la provincia de Nueva Escocia, Chris Leather, ha explicado durante una rueda de prensa este domingo que el incidente se inició en la noche del sábado en la localidad de Portapique, a unos 1.250 kilómetros al noreste de Toronto.
La Policía recibió información de disparos en una vivienda de la localidad. Los agentes que respondieron a la llamada encontraron una «escena caótica» con «numerosas víctimas», pero no al autor de los disparos.
Durante toda la noche del sábado y la mañana del domingo, la Policía persiguió al supuesto autor de la matanza, mientras diversos testigos informaban de incendios en instalaciones y vehículos.
Las autoridades solicitaron a los habitantes de la zona que se mantuviesen encerrados en sus viviendas por la presencia de un «tirador», aunque sin informar de que había causado múltiples víctimas mortales. Finalmente fue abatido en la localidad de Enfield, a unos 100 kilómetros al sur de Portapique.
La Policía no ha identificado al resto de las víctimas mortales ni ha indicado los posibles motivos de la matanza o la relación de los fallecidos con el supuesto autor.