La Federación Mercantil de Gipuzkoa ha pedido a Lakua que «recapacite» y elimine en este territorio las restricciones de movilidad adicionales que ha implantado en la fase 1 de la desescalada ya que, a su juicio, «no es justo» que se apliquen en esta provincia, pues argumenta que, según datos evidente –incluidos los del último informe del Departamento de Salud– Gipuzkoa es el territorio de la CAV donde «la evolución de la pandemia ha sido más reducida y más controlada».

Considera que «la pequeña ventaja sobre las multinacionales» que se podría suponer en una «fase 1 normal» desaparecerá en 15 días cuando las «fase 0,5 y fase 2» coincidan en el tiempo y se solapen.

Por ello, la Federación Mercantil de Gipuzkoa solicita al Gobierno de Lakua que adopte una medidas similares a otras comunidades autónomas del Estado español, en las que el paso de fase ha sido realizado parcialmente por provincias o regiones sanitarias, y permita la libre circulación de los guipuzcoanos dentro del territorio histórico.

Desconcierto, confusión e inexactitud

En Bizkaia, donde los datos del Covid-19 son peores que en Gipuzkoa, las comerciantes han criticado que la falta de información de Lakua ha provocado que el primer día de la condicionada fase 1 haya sido para ellas un «desconcierto total». «No tenemos información del Gobierno Vasco, hemos tenido que hacerlo a nuestra manera», comenta a NAIZ la asociación BizkaiDendak.

Por ello, piden «claridad» a Lakua. «No podemos esperar tres días para saber si será posible contar con más clientes o no», critican.

Un comerciante alavés que regenta una tienda de ropa en la calle Gorbea de Gasteiz también se queja de que la información que le llega es «confusa». «Estamos un poco perdidos», lamenta. «Se redactan un montón de comunicados. El Ayuntamiento redacta uno, el Gobierno Vasco otro, la Ertzaintza te remite otro comunicado que no se parece a los anteriores... es un pequeño desastre». Comenta que también los clientes desconocen los horarios en los que pueden comprar o cómo lo pueden hacer.

En cuanto a la restricción de la movilidad, dice que «hay bastante inexactitud, y al comercio le afecta» por la cantidad de clientes que puedan acudir a la tienda.