El consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez, ha firmado la Orden Foral que recoge el plan que persigue garantizar la seguridad y salud del personal, continuar con la prestación del servicio público, la protección del personal especialmente sensible, la conciliación de la vida personal, laboral y familiar y la priorización de formas de trabajo no presencial incluido el teletrabajo, según ha informado el Gobierno navarro.

El visto bueno al documento por parte de los citados sindicatos ha llegado, según apunta el Ejecutivo, una vez que la Dirección General de Función Pública ha incorporado la mayoría de las alegaciones presentadas, con la excepción de aquellas que pudieran limitar la acción del Gobierno o no estuvieran entre las recomendaciones de la autoridad sanitaria.

Entre las propuestas incorporadas, mantiene el permiso por deber inexcusable limitado a aquel personal que, no pudiendo realizar trabajo no presencial, tenga a su cargo personas menores de 14 años, personas dependientes o con discapacidad, o personas mayores hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, siempre que convivan en el domicilio familiar y se vean afectadas por el cierre de centros educativos o de mayores, y hasta la fase de nueva normalidad.

Además, el personal perteneciente a los colectivos vulnerables podrá continuar prestando sus servicios en modalidad no presencial en la fase II y III del plan, si así lo solicitan.

En él se recoge que se proporcionará individualmente la formación necesaria sobre colocación y utilización de elementos de protección.

Asimismo, y en el marco del diálogo social, se creará una comisión de seguimiento en la que estará presente la Administración y los sindicatos con representación en la Mesa General de la Función Pública que se reunirá cada 15 días para analizar, en cada momento, las medidas contempladas en el plan de retorno.

El plan de retorno prioriza el teletrabajo o trabajo no presencial del personal, que se podrá compatibilizar con trabajo presencial, de forma puntual o periódica, para facilitar la incorporación gradual.

Se priorizará el trabajo no presencial para colectivos vulnerables ante el covid-19, así como para quienes tengan a su cargo menores de 14 años, personas dependientes o con discapacidad y personas mayores hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.

La atención a la ciudadanía será preferentemente telefónica o telemática y para evitar la concentración de personas se flexibilizarán los horarios de entrada y salida del personal y el horario de disfrute de la pausa.

Con carácter general, las reuniones de trabajo se celebrarán mediante audioconferencia o videoconferencia, la formación será telemática y se suspenderán los viajes de trabajo que puedan solventarse mediante llamada o videoconferencia salvo excepciones justificadas.

No podrán incorporase a su trabajo personas con síntomas o que hayan estado en contacto estrecho con enfermos de covid-19 y se facilitará el material de protección necesario y se arbitrarán las medidas organizativas precisas para garantizar la seguridad y salud en el trabajo.

Será obligatorio respetar y aplicar las medidas preventivas y correctoras contenidas en las fichas de evaluación de riesgos, medidas que serán visibles en los espacios de trabajo.

En la medida de lo posible se habilitará un sentido de entrada y otro de salida en el acceso a los centros de trabajo y se sustituirán los fichajes con dispositivo de lectura biométrica por otras formas de control y con carácter previo a la incorporación de nuevo personal a la modalidad de trabajo presencial, cada departamento deberá realizar un informe.