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Bolsonaro pone a un militar sin experiencia como ministro interino de Salud en Brasil

El general Eduardo Pazuello será el sustituto de Nelson Teich, después de que este renunciara a su cargo al frente del Ministerio de Salud, solo 28 días después de ocupar el puesto dejado por Luiz Henrique Mandetta. Brasil, pese a sumar 15.305 contagios y 824 fallecimientos solo el viernes, abrirá los gimnasios y los salones de blleza por orden directa del propio Jair Bolsonaro.

Mientras Bolsonaro decide quién será su nuevo ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello tomará el cargo provisionalmente. (GARA)
Mientras Bolsonaro decide quién será su nuevo ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello tomará el cargo provisionalmente. (GARA)

Apenas 24 horas después de la renuncia de Nelson Teich al frente del Ministerio de Salud de Brasil por discrepar con el presidente Jair Bolsonaro sobre el combate a la pandemia, el ultraderechista presidente brasileño ha puesto en su lugar al general Eduardo Pazuello, un militar sin experiencia en el área, que ha asumido este sábado como ministro interino de Salud de Brasil en medio de la crisis generada por la covid-19.

Y es que el presidente del gigante sudamericano sigue desatado. Ha vuelto a criticar este sábado las medidas de distanciamiento social adoptadas por Gobiernos regionales para combatir la covid-19, mientras que la pandemia sigue avanzando a pasos largos en en el país del «Ordem e Progresso», que ya es el sexto país con más casos de covid-19 en el mundo.

El gigante suramericano registró el viernes 15.305 nuevos casos de covid-19 en un único día, una cifra récord que elevó el número de contagiados a 218.223, así como 824 nuevas muertes por la enfermedad, con lo que el total de víctimas ha llegado a 14.817 en casi dos meses, desde que se registró el primer óbito el 17 de marzo pasado.

Las previsiones indican que los contagios y las muertes seguirán creciendo de forma exponencial en este país de 210 millones de habitantes y que el pico de la enfermedad solo se producirá en las próximas semanas.

La «tiranía del aislamiento social»

«El desempleo, el hambre y la miseria será el futuro de aquellos que apoyen la tiranía del aislamiento social", ha afirmado en un mensaje en su cuenta en Twitter el líder ultraderechista, que en sus días más inspirados llegó a calificar la covid-19 como una «gripezinha».

Para Bolsonaro, más preocupado con la paralización del país, la ya prevista recesión histórica y los millones de empleos destruidos por la crisis sanitaria, la covid-19 «va a contagiar al 70% de la población tarde o temprano» y va a matar mucha gente», sin importar las medidas de distanciamiento que se adopten.

Por eso el presidente no cesa en su empeño para que los gobiernos regionales levanten las restricciones y permitan la normalización de las actividades, hasta el punto que esta semana ha ordenado la apertura de gimnasios y salones de belleza por considerarlos esenciales.

El mandatario también ha dejado grabado en las redes sociales este sábado un vídeo en que su ministro de Ciudadanía, Onyx Lrenzoni, asegura que Brasil «tiene que preocuparse con los efectos económicos» de la crisis, ya que «el desempleo, el hambre y la miseria matan históricamente más personas en América Latina que cualquier epidemia».

Luiz Henrique Mandetta, el primero de los dos ministros de Salud que han renunciado –en este caso hace apenas dos meses–, era en cambio un férreo defensor de las medidas de distanciamiento social, y por ello fue destituido el mes pasado igualmente por sus divergencias con Bolsonaro en cuanto a las medidas necesarias para frenar el avance de la covid-19.

De remate, la cloroquina

En contramano de Jair Bolsonaro, que insiste en negar la gravedad de la pandemia y en criticar las medidas de distanciamiento social, Nelson Teich se había mostrado continuista con las políticas de su antecesor Mandetta. Por ende, había manifestado su apoyo al confinamiento social como herramienta de combate a la pandemia y había mostrado públicamente su sorpresa con la decisión del jefe de Estado de autorizar el funcionamiento de salones de belleza y gimnasios.

La gota que al parecer ha colmó la paciencia del ministro Teich ha sido la decisión de Bolsonaro de imponer como norma el uso de la cloroquina para el tratamiento de todos los pacientes con covid-19 pese a que la eficacia de esta medicina no está comprobada y en algunos casos se ha mostrado contraproducente.

Tras la salida de Teich, el Ministerio de Salud ha confirmado que está finalizando nuevas orientaciones para el tratamiento a los pacientes con covid-19, entre las cuales el uso de la cloroquina, y que las fijará en un protocolo que publicará en los próximos días.

El actual protocolo prevé el uso de cloroquina para tratar a los pacientes más graves y Bolsonaro quiere que este antipalúdico sea suministrado a todos los contagiados, incluso a los que comienzan a manifestar los primeros síntomas.

Teich se oponía a ello debido a que, pese a que la cloroquina viene siendo experimentada en pacientes con covid-19 en varias países. Hasta ahora no hay comprobación científica de su eficacia y algunos estudios consideran contraproducente el uso de esta medicina con graves efectos colaterales, como el riesgo de arritmia cardíaca.

«Ya hay un protocolo para suministrar (cloroquina) a pacientes en estado grave y está en análisis el uso en los primeros días de manifestación de los síntomas. Estamos esperando ese protocolo del Ministerio de Salud», ha admitido por su parte el jefe de Gabinete de la Presidencia, el general Walter Braga Netto.

La edición del polémico protocolo será la primera misión del también general Eduardo Pazeuello, un militar sin experiencia en el área de Salud confirmado este sábado como ministro interino.

Un paracaidista dedicado a la logística

Así, Eduardo Pazuello, que el mes pasado había sido nombrado como viceministro de Salud de Brasil, ejercerá interinamente como titular hasta que el jefe de Estado decida al sustituto de Nelson Teich.

«El general Pazuello asume interinamente el Ministerio. Conozca su currículo que incluye diversas condecoraciones por su trabajo», ha asegurado una publicación del Ministerio de Salud por Twitter, que ha enumerado los cargos ejercidos por el militar a lo largo de su carrera como oficial del Ejército brasileño, ninguno de los cuales vinculado al área de Salud.

Cerca de cumplir 54 años, Pazzuello, que, así como Bolsonaro, se formó como oficial y paracaidista en la Academia Militar de Agujas Negras, se especializó en comando y en políticas y estrategias aeroespaciales, según el currículo divulgado por el Ministerio. Se trata, pues, de un hombre que destaca por ser de entera confianza del líder ultraderechista.

Durante la mayor parte de su carrera ha ejercido cargos en el área de logística de las Fuerzas Armadas, entre los cuales el de coordinador de logística del Ejército durante los Juegos Olímpicos que Río de Janeiro organizó en 2016 y el de comandante de la Base Logística en la triple frontera entre Brasil, Argentina y Paraguay.

Antes de asumir como viceministro de Salud, Pazuello ha ejercido como coordinador logístico de la Operación Acogida, la iniciativa lanzada por el Gobierno brasileño para recibir y atender a los miles de venezolanos que cruzan la frontera huyendo de la crisis política, económica, social y humanitaria de su país.

El militar ha asumido interinamente en el lugar de Teich, que el viernes renunció al cargo que ocupó por 28 días y que, pese a que no explicó los motivos de su decisión, tenía públicas divergencias con Bolsonaro en torno a las estrategias para combatir la pandemia en Brasil.

Petición de juicio del PT

Por otro lado, la Ejecutiva Nacional del Partido de los Trabajadores (PT) ha anunciado que ha decidido presentar una solicitud de apertura de juicio político contra el presidente Jair Bolsonaro que tendrá además el respaldo de movimientos sociales, organizaciones de sociedad civil y otras formaciones políticas.

«No da para más este gobierno», ha afirmado la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann« "Bolsonaro es incapaz de dar respuesta a la crisis que estamos viviendo y no tiene condiciones ni capacidad administrativa y humana de conducir el país», ha añadido, según un comunicado de la formación de izquierda.

La dirección del histórico PT ha anunciado que está trabajando con las «fuerzas democráticas y populares» para que la petición de juicio político a Bolsonaro sea elaborado y presentado la semana próxima y con la posibilidad de que otras fuerzas y organizaciones se sumen. Así, el PT participará en la campaña «Fuera Bolsonaro» que «mantendrá la lucha por el fin del Gobierno Bolsonaro».

El PT es el partido del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien dirigió el fuerte crecimiento económico y la caída de la desigualdad durante su mandato, entre 2003 y 2011. Sus políticas sociales le granjearon altas cuotas de popularidad, incluso cuando creció la preocupación por la corrupción en su gobierno.

Lula Da Silva fue sucedido por su vicepresidenta, Dilma Rousseff (2011-2016), quien fue desplazada por Michel Temer tras un proceso de destitución. En las elecciones de 2018 el ganador fue el ultraderechista Jair Bolsonaro, después de que los tribunales inhabilitaran a Lula, favorito en las encuestas.