Una filtración de agua por las obras del metro provocó el viernes un socavón de aproximadamente veinte metros cúbicos en la cimentación de este edificio situado en el paseo de La Concha de Donostia, cuyos habitantes pasaron aquella noche en el Hotel Londres, aledaño a este inmueble y que se encuentra cerrado al público.

La incidencia provocó también el desalojo de los vecinos del número 10 de la misma calle, aunque estos pudieron regresar a sus domicilios a las 22.00 del mismo viernes.

Sin embargo, los residentes en el número 8 de la calle Zubieta han tenido que esperar a la realización de nuevas mediciones que, tras la recepción este lunes de los correspondientes informes técnicos, posibilitarán hoy el retorno a sus domicilios.

Tras reunirse con los vecinos afectados, el viceconsejero de Infraestructuras y Transportes del Gobierno de Lakua, Antonio Aiz, ha explicado que «a media mañana de este lunes ha concluido el taponamiento de la vía de agua del túnel» que se encuentra en el origen de este incidente, tras lo que se han llevado a cabo «unas tareas de investigación a través de georadar» en distintos edificios de la zona afectada.

Asimismo, según ha desvelado Aiz, el arquitecto municipal ha inspeccionado nuevamente el inmueble ubicado en el número 8 de la calle Zubieta por tercer día consecutivo y ha determinado que «tiene las garantías de seguridad y solidez» que permiten que los residentes puedan volver a sus pisos con la autorización del Ayuntamiento.

Paralizada la obra del túnel de La Concha

Tras explicar que las obras del topo en su conjunto «no se han parado», el viceconsejero ha precisado que el túnel de la zona de La Concha sí está paralizado desde el viernes y que estos trabajos no se retomarán hasta que se lleven a cabo una serie de estudios complementarios y se amplíe toda la información posible sobre la morfología de los suelos.

«A partir de ahí, determinaremos cuándo y cómo retomaremos las obras desde el ataque del túnel», ha señalado el viceconsejero, quien ha trasladado un mensaje de «tranquilidad» porque, según ha dicho, «lo que prima» en este asunto es la «seguridad en la ejecución de la obra» en la que se ha producido una «incidencia no prevista y lamentable», a pesar de la cual «hay garantías para continuar con el resto de las obras del metro que se están realizando».

La edil de Urbanismo, Nekane Arzallus, ha asegurado que los vecinos afectados podrán regresar a sus viviendas «con total tranquilidad» y ha indicado que tras ver los informes elaborados los afectados se han quedado suficientemente «tranquilos».