«Reconstruir el pasado no tiene futuro. Porque reconstruir el pasado es volver a cometer los mismos errores y, por tanto, sufrir las mismas consecuencias. Reconstruir el pasado no tiene sentido, simple y llanamente, porque el mundo ha cambiado y ya nada va a ser como antes de la pandemia», ha defendido la portavoz de la coalición, Reyes Carrere.

Por ello, este «plan de choque» recoge medidas que suman 46,5 millones de euros y que «serían complementarias a otras que pueda poner en marcha el Gobierno municipal».

Cerca de la mitad de este dinero, 20 millones, se destinaría a la generación de empleo «rehabilitando infraestructuras locales (polideportivos, casa de cultura, campos de futbol…) y mejorando la accesibilidad en los edificios antiguos».

Otros 10 millones servirían para «avanzar hacia un nuevo modelo de cuidados», con medidas como «aumentar un 25% el presupuesto de ayudas de emergencia y a la conciliación», y la misma cantidad se destinaría a «comenzar a redirigir la economía local donostiarra y hacerla menos dependiente del sector del turismo».

Finalmente, una partida de 6,5 millones se invertiría en un «nuevo sistema de movilidad más sostenible con más bidegorris, más peatonalizaciones y mejor transporte público».

Capítulo de ingresos

Para financiar estas iniciativas, EH Bildu plantea en primer lugar la «supresión o retraso de proyectos no esenciales», entre los que menciona las obras del faro de la isla de Santa Clara (4 millones), la adecuación de una nueva oficina de turismo en el Ayuntamiento (1,7 M), o el derribo del viaducto de Iztueta (5,8 M).

Asimismo, se plantea un incremento del 5% en las tasas municipales para «las grandes cadenas comerciales que hayan obtenido beneficios superiores al 10% durante la crisis, con el fin de que estas empresas contribuyan solidariamente a la financiación de los servicios a la comunidad».

EH Bildu propone al resto de grupos municipales plantarse ante «los recortes que anuncia unilateralmente la Diputación» y «exigir que sea la institución foral la que se endeude, no el Ayuntamiento, por ser la institución más cercana a la ciudadanía».

Los ediles soberanistas han asegurado que seguirán presentando iniciativas encaminadas a «poner a Donostia en pie y que camine en la dirección adecuada», ya que perciben  «la actitud del alcalde Eneko Goia es la de esperar a que escampe el temporal y volver a la situación anterior a la pandemia. Pero eso no va a suceder».