Imanol se ha mostrado tras el partido «responsabilizado con la situación. Si hay algún culpable soy yo». Ha señalado que «es superinjusto con los partidos que hemos hecho que solo hayamos conseguido un punto tras el parón. Tenemos muchas cosas que mejorar, pero estamos superconvencidos de que en estos siete últimos partidos le vamos a dar la vuelta. Estamos dolidos, pero ahora más que nunca estoy ilusionado, superorgulloso de mis jugadores y de ser entrenador de este club. Quedan siete partidos, siete finales y tenemos ganas de que llegue el primer triunfo».
Por una vez ha lamentado la inexeriencia del equipo: «Estamos demostrando que somos un equipo joven. Lo sabíamos desde el inicio, pero a pesar de ser jóvenes, debemos tener más decisión porque esto es Primera y estamos haciendo muchos regalos».
El técnico oriotarra ha subrayado que «somos los que hemos sido capaces de hacer el juego que hemos hecho y ganar los partidos que hemos ganado y debemos ser nosotros los que le demos la vuelta desde el siguiente partido».
Ha recordado que la Real la temporada pasada tenía seis puntos menos a estas alturas y peleó hasta la última jornada por entrar en Europa. En el momento más difícil de la temporada ha querido «levantar la cabeza y sacar pecho. Es fácil hablar bien cuando todo va rodado, pero somos nosotros los que hemos generado ilusión y hemos conseguido 47 puntos».
El oriotarra ha lamentado que «no somos capaces de sacar un partido adelante sin que el rival haga méritos para ganarnos. Que en los dos últimos partidos el equipo, con todo lo que ha hecho, no haya sacado ningún punto preocupa. Cuando entras en esta dinámica cuesta que el balón entre y, si regalas un gol, los equipos se te encierran y nos entra la ansiedad porque llevamos un punto en cuatro partidos».
Imanol ha admitido que su equipo «está en crisis de resultados, pero quedan 21 puntos». Ha añadido que eran consicentes de la dificultad de pelear por la cuarta plaza antes del confinamiento y ahora más por los puntos perdidos, pero ha mostrado su deseo de luchar por entrar en Europa hasta el final.