La entidad se constituyó como sociedad anónima el 3 de julio de 1995, tras la liberalización del mercado de las telecomunicaciones en el Estado español. Euskaltel mantiene su sede social en Bizkaia y actualmente da empleo a 350 personas de forma directa y a 2.000 indirectamente.

Los primeros accionistas fueron las cajas de ahorro vascas y el Gobierno de Lakua, que había invertido en una red de fibra óptica propia que fue la base en la que se apoyó Euskaltel.

A ellos se sumaron poco después Iberdrola, el Grupo Mondragon, Endesa y Telecom Italia, este último como socio tecnológico del lanzamiento.

El primer servicio

Tres años después, el 23 de enero de 1998, Euskaltel lanzaba su primer servicio. Con el 050 estrenaba el servicio de acceso telefónico indirecto: había que marcar el prefijo 050 para elegir a Euskaltel como operadora para llamadas interprovinciales e internacionales.

El primer día de funcionamiento recibió 20.000 llamadas; en un mes alcanzó los 60.000 clientes, y en mayo  ya lograba un 11% de cuota de mercado en la CAV con 100.000 usuarios.

Un año más tarde, el 25 de enero de 1999, se lanzó el servicio de móvil y en mayo, el de televisión digital por cable.

En esos años Euskaltel ya patrocinaba al equipo ciclista, al que sostuvo durante 19 años, desde 1997, y que ha recuperado ahora.

La compañía ha destacado que en estos cinco lustros ha contratado más de 2.500 millones de euros a proveedores vascos, ha invertido más de 1.800 millones de euros en la red de fibra de la CAV y ha aportado a las Haciendas Públicas vascas más de 1.300 millones de euros.

Cambio de accionariado

En el 2012 sufrió un importante cambio de accionariado, tras la fusión de las cajas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en Kutxabank. Salieron Endesa, Mondragon y el Gobierno de Lakua –además, Kutxabank vendió parte de sus títulos–, y entraron los fondos Trilantic e Investindustrial.

El banco vasco fue reduciendo paulatinamente su dominio y a los dos fondos citados le sucedieron otros.

Consolidado en el mercado, en el 2015 se produjo la salida a bolsa, a 10,80 euros por acción. Hoy cotiza a 8,14.

Ese mismo año compró R, el operador de cable de Galicia y en el 2017 adquirió la asturiana Telecable. De esta forma, ahora son tres las marcas que ampara el Grupo Euskaltel.

En 2019, el grupo británico Zegona, accionista significativo del grupo, incrementó su participación convirtiéndose en el primer accionista, seguido de Kutxabank, que conserva un 19%.

Nueva hoja de ruta

Desde entonces ha acometido una hoja de ruta que culmina con su expansión este año a todo el mercado del Estado español bajo la marca Virgin Telco.

En este aniversario, el presidente de la firma, Xabier Iturbe, ha comentado que estos cinco lustros han puesto de manifiesto que el proyecto empresarial de Euskaltel «no tenía una visión cortoplacista, sino que nació con vocación de permanencia en el tiempo. La existencia de Euskaltel en el mercado de las telecomunicaciones dio paso a la competencia real».

El consejero delegado, José Miguel García, ha resaltado que «si hace 25 años el proyecto nació con la aspiración de hacerse con el 20% del mercado vasco, hoy nuestras aspiraciones pasan por dar servicio a un mercado de 18 millones de personas en toda España».

«Nuestro compromiso social y de empleo se mantiene firme. Y con orgullo podremos decir que somos el único operador de telecomunicaciones cuyo centro de decisión no está en Madrid», ha subrayado.

La crisis del coronavirus

Por otro lado, en unas jornadas organizadas por Cebek y AED el pasado miércoles, Xabier Iturbe destacó que Euskaltel está en uno de los sectores «afortunados», porque el de las telecomunicaciones ha sido uno de los «pocos a los que no les ha impactado negativamente» la crisis del coronavirus e, incluso, puede ser «positivo a medio plazo».

«Es la tercera crisis que vivo y es la primera que estoy en el lado bueno», señaló el presidente de Euskaltel, que explicó que lo primero por lo que se preocuparon en la compañía fue por la salud de los trabajadores, tanto los internos como los externalizados, y desde el primer día se decretó el cierre de oficinas y se implantó el teletrabajo, que seguirá hasta setiembre.

Comentó que toda la parte presencial de instalación, en relación a nuevas altas y bajas, «se frenó» y eso «paró muchísimo el negocio». Señaló que, en este aspecto, lo «más grave» es la incertidumbre respecto al impacto en la cuenta de resultados o en la morosidad.

No obstante, constató que, a nivel de facturación, «aumentó muchísimo el consumo» y todos los servicios lo hicieron entre el 50% y el 100%, siendo de un 80% en Internet.

A su juicio, esta crisis ha puesto en valor a este sector, que ha invertido «muchísimo dinero» en los últimos años. Y resaltó que la CAV tiene un «despliegue de fibra del 85% y hay una cultura tecnólogica importante». «Se ha visto que el sector de telecomunicaciones es un sector importante, un sector tractor que, cuando ha hecho falta tirar de él, ha funcionado», añadió como conclusión.