Decenas de personas se han reunido esta mañana ante los juzgados de la calle Buenos Aires para denunciar el racismo policial, así como la criminalización sistemática de las personas migrantes y racializadas.
Con la concentración, han querido así solidarizarse con la madre y su hijo que fueron golpeados por policías autonómicos. Aquella actuación policial motivó una investigación en el seno de la Ertzaintza.
«Estamos hoy aquí con Fátima y Salman, pero también para decirles que no están solas, que su dolor es nuestro, que lo que pasó el 29 de marzo no va a caer en el olvido ni en el agujero oscuro de la impunidad», han expuesto en un comunicado.
Además, han agradecido a las personas que entonces, de forma espontánea, se solidarizaron con esta familia. En este caso los ertzainas imputaron a tres personas por «injurias» o «atentado a la autoridad», además de imponer varias multas a otros vecinos por «insultos».
«Hoy queremos decir alto y claro, no a las paradas racistas, a los cacheos humillantes en la vía publica, a las agresiones y violencia que se ejercen desde los diferentes cuerpos de seguridad vascas contra las personas de color, vulnerando todos los días los derechos humanos, las garantías legales, que son para todas y todos. El uso de la fuerza que otorga la Ley a la Policía debe ser proporcionado, condicionado, y sobre todo controlado», defienden los diversos colectivos que respaldaban la movilización.