Partido sobrio del nuevo Alavés, pero al que la falta de acierto en las ocasiones que crea le ha vuelto a suponer una derrota que le va a llevar a sufrir hasta el final.
Ha comenzado el equipo de López Muñiz bien asentado atrás, con un 4-4-2, y tras aguantar un par de andanadas del Real Madrid no ha dudado en lanzarse al contragolpe.
Así ha llegado la primera ocasión de peligro con el cabezazo de Joselu al larguero cuando no se habían cumplido tres minutos del encuentro.
Ha sido de esas ocasiones que luego se terminan lamentando ante un rival de la entidad del madrileño.
Y así ha sido, no han pasado ni diez minutos cuando Navarro ha cometido penalti sobre Mendy y Benzema se ha encargado de transformarlo.
Ha seguido apretando el Alavés, en el que solo Ximo Navarro se ha venido abajo. Para redondear una noche negra se ha lesionado diez minutos más tarde y ha tenido que ser sustituido por Agirregabiria.
Al filo de la media hora ha sido Burke el que la ha tenido, pero ha aparecido Courtois para despejar el balón.
Luego, en el minuto 35, Joselu ha fallado desde cerca del punto de penalti. Demasiados regalos para la versión conservadora del Madrid.
Con el 1-0 se ha llegado al descanso con la sensación de que el Alavés podía lir icluso por delante de no ser por su falta de puntería.
La segunda parte, que ha comenzado con el árbitro Gil Manzano –que se ha lesionado– pasando a de cuarto y el cuarto, uno de 2ªB, haciendo de primero, ha quedado marcada por el segundo gol del Madrid en el minuto 50 por mediación de Asensio en una jugada en la que la defensa del Alavés se ha quedado medio bloqueada pensando que Benzema estaba en fuera de juego.
A partir de este momento el Alavés se ha abierto para intentar marcar y los de Zidane se han sentido mucho más cómodos con tantos espacios.
En el 60 la ha vuelto a tener Joselu, solo frente a Courtois, pero en lugar de buscar el hueco ha tirado a donde estaba el belga.
En la jugada siguiente la ha tenido Edgar y también se ha encontrado a Courtois en el camino.
Así han seguido pasado los minutos sin que el marcador sufriera ya cambios.
Los últimos veinte minutos ha estado de sobra porque el Real Madrid tenía prisa por terminar y al Alavés no le quedaban fuerzas para reaccionar.