PNV y PSE han conseguido la mayoría absoluta en el Parlamento de Gasteiz, que hace cuatro años se les escapó entre los dedos en la prórroga, el recuento del voto CERA. Ocurre gracias a los tres escaños que gana el partido jeltzale. Suman 31 y 10 respectivamente.
La mayor subida en parlamentarios la supera, con todo, EH Bildu, que salta de 18 a 22, uno más de los conseguidos con Laura Mintegi al frente en 2012. Cuatro años después perdió tres actas. Si se mira más atrás, el independentismo de izquierdas (con diferentes marcas) tenía una representación mucho menor, con picos como los 14 de Euskal Herritarrok en 1998.
El gran resultado se percibe que en escaños en votos y porcentajes. EH Bildu ha obtenido casi el 28% del voto emitido cuando nunca había pasado del 25%. Y ha cosechado cerca de 250.000 apoyos con una participación muy baja; es decir, ha obtenido 25.000 más que hace cuatro años, cuando todo el resto sin excepción han perdido apoyos (casi 50.000 en el caso del PNV).
A tenor de la campaña y de la inercia de PNV y PSE, en cualquier caso, no parece que este avance de los abertzales de izquierdas vaya a hacer replantearse la apuesta por esta entente del que seguirá siendo lehendakari, Iñigo Urkullu, por tercera legislatura consecutiva. Obviamente, una de las conclusiones de este resultado es que el Parlamento de Gasteiz es más abertzale que nunca con 53 escaños sobre 75, pero Sabin Etxea no parece dispuesta a hacer ese cálculo.
El partido jelkide se acerca al 40% del voto en el conjunto del territorio, lo que no ocurría desde 2001 (entonces en coalición con EA), y sus 31 escaños solo los había superado en 1984 con Carlos Garaikoetxea al frente (32) antes de la escisión.
Tres a la baja o peor: PSE, EP-IU y PP
Bastante más pobre es el resultado del PSE, en posición política claramente subsidiaria respecto al PNV y tras una campaña muy plana, en la que su única baza ha sido tratar de explotar la gestión del Gobierno Sánchez en Madrid. Las encuestas preveían algo mejor y así lo ha asumido en su intervención la candidata, Idoia Mendia. Inició esta trayectoria de pactos institucionales con el PNV con 212.000 votos y hoy tiene apenas 121.000. Son menos incluso que en 2016, cuando en Madrid no mandaba Pedro Sánchez sino Mariano Rajoy.
Elkarrekin Podemos-IU y PP se sitúan como claros perdedores, con caídas importantes, de once a seis en el primer caso y de nueve a cinco en el segundo (pese a ir en coalición con Ciudadanos).
En el caso de la primera fuerza, Miren Gorrotxategi no ha conseguido paliar la caída que se anticipaba respecto a sus buenos resultados de 2016. Tampoco Pablo Iglesias con un par de apariciones en campaña. Equo, que prefirió ir en solitario, no ha llegado al Parlamento aunque José Ramón Becerra parecía tener opciones.
Gasteiz, altavoz para Vox
El batacazo del PP es doble o triple. No solo por la pérdida de casi la mitad de los escaños, sino por haberla logrado en coalición con Ciudadanos, y con un candidato del pasado como Carlos Iturgaiz. Todo ha sido fracaso, con la guinda de la pérdida de un escaño en Bizkaia en favor de EH Bildu en el sprint final. Como dato ilustrativo, en Gasteiz ha bajado del 24% al 11%.
Poniendo en proyección la trayectoria de esta fuerza, Iturgaiz se fue de Euskal Herria tras haber logrado 210.000 votos y 15 escaños en 2005 y ha vuelto para quedarse en 60.000 y 5.
Como otra cara de la misma moneda, en este 12J Vox logra entrar en el Parlamento con un escaño, en Araba. Un puesto que le facilitará un altavoz desde el que meter ruido, como ya ha hecho en una campaña cargada de provocaciones.
El cómputo no se cerrará hasta el viernes, con el recuento del voto CERA, si bien en esta ocasión apenas se han recogido 2.522 votos, lo que dificultará que haya algún baile de escaños (lo más cercano sería que el PP ganara uno a EH Bildu en Bizkaia o EH Bildu uno al PNV en Araba). En Gipuzkoa no hay baile posible.