Un día después de que se conocieran al menos 175 contagios de covid-19 y días después de que se denunciara desde los sindicatos la desprotección en la planta, la producción en la factoría ovícola de Uvesa de Tutera se ha interrumpido finamente a mediodía de este viernes.

La decisión se ha tomado tras una reunión con el Departamento de Salud del Gobierno navarro. Tiene carácter temporal a la espera de analizar la situación.

Pese a la cadena de infecciones que marca un lamentable récord en Euskal Herria en esta pandemia por lo que respecta a una industria, la actividad seguía esta mañana. Fuentes de la empresa, preguntadas sobre la posibilidad de cerrar las instalaciones tal y como habían demandado los sindicatos, habían señalado a primera hora que hasta que no les digan «algo diferente desde Salud Pública» seguirían trabajando.

En un comunicado, EH Bildu ha criticado la «irresponsable actitud» hacia su plantilla «teniendo en cuenta que ya se había dado la voz de alarma por parte de los sindicatos debido a la falta de medidas en dicha fábrica».

Asimismo, ha reivindicado «la necesidad de que Salud Laboral controle y sancione este tipo de comportamientos que no hacen sino poner en riesgo la salud de las y los trabajadores». De hecho, ha registrado una pregunta a la consejera de Salud, Santos Indurain, para saber qué medidas se están tomando en los centros de trabajo.

Lógico pero tardío

Los sindicatos ELA, CCOO y UGT se han congratulado del cierre temporal, que consideraban ya «inevitable».

ELA, sindicato mayoritario en el comité de empresa (8 ELA, 5 UGT y 4 CCOO) asegura en un comunicado que trabajará con la empresa y con las autoridades sanitarias y laborales para poder reanudar cuanto antes la actividad, «siempre garantizando la salud y seguridad de todos y cada uno de los trabajadores», ya sean contratados directamente o de subcontratas.

«Este es el camino», señala ELA que subraya que las empresas deben saber que «invertir en minimizar los riesgos de contagio entre la plantilla es la opción más rentable frente a un eventual cierre de la actividad, además de ser la opción más humana y la más comprometida socialmente».

En la misma línea, CCOO considera que el cierre, demandado nada más conocerse el brote, era «inevitable», tras lo que pide que sirva para «higienizar y hacer cumplir todas las medidas preventivas para evitar que el brote se extienda a otras trabajadoras y trabajadores».

Tras recordar que el 17 de agosto registró una denuncia ante Inspección de Trabajo al considerar que tanto en las líneas de producción como en los espacios de pausa y descanso no se estaba cumpliendo con el protocolo anticovid, apunta que la empresa ha mantenido en este tiempo una posición «errática e irresponsable».

Así, denuncia que «al principio negó incumplimientos en materia de prevención, posteriormente propuso seguir trabajando con normalidad sustituyendo a las personas que habían dado positivo, incluso hoy a la mañana la planta seguía abierta».

Por su parte, la Federación de Industria, Construcción y Agro de la UGT reclama una vuelta a la actividad con garantías de protección de la salud de toda su plantilla.

Tras recordar que garantizar la salud de los trabajadores frente a la pandemia es responsabilidad de las empresas, apunta que la situación a la que se ha llegado en Uvesa es «consecuencia de que la empresa no ha puesto en marcha a tiempo ni de forma suficiente las medidas de prevención necesarias para evitar contagios entre la plantilla».

Denuncia que en esta empresa, «ni se ha permitido la participación del comité en el diseño de un protocolo de prevención, ni se ha informado de forma suficiente y clara a los trabajadores de las medidas que había que adoptar».

En ese sentido lamenta que todas sus propuestas para reconducir la situación «hayan caído en saco roto».