El diputado foral de Acción Social, el jeltzale Sergio Murillo, ha informado a petición propia en comisión de las Juntas Generales sobre la situación de la pandemia en Bizkaia. En ella, ha anunciado también que ya se está en conversaciones con los centros de Unbe y Santurtzi para volver a recurrir a ellos si la pandemia empeora y la unidad sociosanitaria de Birjinetxe, en el barrio bilbaino de Txurdinaga, se llena. Este centro tiene cien plazas máximas, que no se van a ampliar, con 88 ingresados, es decir, aún no está lleno pero solo tiene 12 plazas más disponibles.

Además, ha anunciado que van a intentar abrir los centros de día para dependientes de Bilbo, por zonas.

2.418 personas infectadas

Según sus cifras, se han detectado hasta el momento en Bizkaia 2.418 personas infectadas, lo que aproximadamente supone el 2% de la población total (1,13 millones).

Tras dar esta cifra general, Murillo se ha centrado en lo que es la competencia foral, las residencias de mayores, en las que hasta el jueves habían fallecido 21 usuarios durante la segunda oleada de covid-19.

El diputado ha explicado las medidas de vigilancia, prevención y cribado en las residencias, acordadas con el Gobierno autonómico, una «movilización» que, ha insistido, supone una gran diferencia con la situación en marzo, al inicio de la pandemia. Por ejemplo, hay dos personas que se encargan de avisar si en los cribados generales hay alguna persona que haya dado positivo y que pueda estar vinculada con cualquier residencia.

Además, se ha apostado por los cribados masivos: se han hecho ya 9.094 pruebas hasta el jueves a usuarios y profesionales. Dentro de esta política de pruebas, el próximo lunes, 7 de setiembre, se montará un dispositivo en Zornotza para realizar un cribado preventivo a todo el personal sociosanitario de Durangaldea y Arratia.

La inspección conjunta de Salud y Diputación ha realizado 207 actuaciones en residencias, y hay cinco equipos de respuesta rápida que realizan PCR en 24 horas a toda la residencia donde haya sospechas. «Esta rapidez permite aislar rápidamente a las personas con positivo», ha explicado Murillo.

«Queda mucho trabajo por hacer, y ahora ha de ser un esfuerzo sostenido en el tiempo, que se extenderá con seguridad más allá del 2020, pero estamos mejor. Conocemos mejor cómo actúa el virus y contamos con más herramientas que en cualquier momento anterior. Estamos mejor, pero hay que apelar a la responsabilidad para frenar la expansión», ha insistido.

EH Bildu pide contrataciones

El diputado y todos los grupos han agradecido a todo el personal sociosanitario su trabajo «ímprobo», aunque el principal grupo de la oposición, EH Bildu, ha pedido que además de reconocer el trabajo de las plantillas, se contrate a más personal.

Según los soberanistas de izquierda, «no se ha aprovechado la tregua que ha dado el covid para preparar a las residencias para una segunda ola» y, además, han criticado «la culpabilización» de la población por los brotes en vez de asumir la responsabilidad institucional.

EH Bildu también ha criticado la limitación de las visitas, que supone «el confinamiento general e indiscriminado. Por poner un ejemplo, en Basauri las visitas son de media hora dos días a la semana».

Elkarrekin Podemos ha recordado las quejas sindicales por la falta de personal, y ha advertido de que el hecho de que el personal se quede sin vacaciones para atender a las residencias «no es idealismo», sino un problema laboral. También ha mostrado su preocupación por los planes de visitas que llevan al «aislamiento» de las personas usuarias.

Murillo ha respondido a ambos que no pueden pedir que se «blinden» las residencias ante el covid-19 y a la vez se amplíen las visitas. «Hay que buscar un equilibro entre la vida en los centros y el control», ha comentado.

También ha explicado que ha habido contrataciones: por ejemplo en Birjinetxe, que ha ido aumentando su ocupación en agosto, ahora hay contratadas 79 personas para 88 ingresados.

Desde el PP se ha criticado que el sistema de rastreadores no ha funcionado, y ha apostado por abandonar los PCR y pasar a sistemas más rápidos, como las tomas de saliva que se realizan en aeropuertos extranjeros o en Galicia.