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Supervivientes del atentado contra ‘Charlie Hebdo’ comparecen ante la Justicia francesa

El juicio por los atentados de 2015 en el Estado francés se ha retomado este miércoles con los testimonios de varios supervivientes del ataque contra la redacción de ‘Charlie Hebdo’. En el proceso, que empezó el 2 de setiembre, hay catorce acusados por complicidad en esos ataques en los que murieron 17 personas.

El reportero de ‘Charlie Hebdo’ Fabrice Nicolino acudiendo a los juzgados. (Stephan DE SAKUTIN/AFP)
El reportero de ‘Charlie Hebdo’ Fabrice Nicolino acudiendo a los juzgados. (Stephan DE SAKUTIN/AFP)

El juicio por el ataque contra ‘Charlie Hebdo’ en enero de 2015 ha proseguido este miércoles con el testimonio de los supervivientes de la matanza en la redacción del semanario satírico que, aquejados de secuelas físicas y sicológicas, han denunciado la complacencia de las élites intelectuales.

Tras una primera audiencia este martes a los periodistas e ilustradores que presenciaron la tragedia, entre ellos Corinne Rey, conocida como Coco, quien carga aún con la culpa de haber abierto la puerta de la redacción a los atacantes, este miércoles ha sido el turno de Riss, el actual director, Simon Fieschi, exresponsable de la web, y Fabrice Nicolino, reportero.

En el orden del día aparecía también el periodista Philippe Lançon, que recibió balazos en la cara, el brazo derecho y la mano izquierda y convirtió su testimonio y la veintena de operaciones que requirió la reconstrucción de su mandíbula en un libro de éxito, ‘El colgajo’.

Pero su abogado ha confirmado en la audiencia que su cliente prefiere mantenerse al margen de la mediatización y no se siente preparado para hacer frente a un nuevo testimonio en este proceso.

Fieschi, quien recibió dos balas, una de ellas en la columna vertebral, sigue una profunda reeducación para no perder la movilidad ganada en estos años. Pese a andar con muletas, el hombre, de 36 años, ha insistido en declarar de pie para denunciar «las consecuencias de las armas de guerra».

Nicolino, por su parte, ha increpado a las «élites intelectuales de la izquierda» por haber creado un clima que, según él, dio pie al atentado: «No los acuso directamente, pero participaron en la preparación sicológica de este ataque».

«No llegamos como si nada a 2015. Tres días después del incendio contra la redacción en 2011, veinte intelectuales dijeron que no apoyaban a ‘Charlie’. Los trataron de islamófobos obsesos, de apoyar un Estado nacional laico, o por decirlo de otra forma, un Estado nazi», ha dicho a la prensa el abogado del satírico, Richard Malka.

También con la ayuda de una muleta tras haber recibido dos balas en la pierna y una en la cadera, ha denunciado el «totalitarismo» que supone el fundamentalismo islámico, ha criticado que los intelectuales se muestren «ciegos» al respecto y lamentó el abandono en el que se encuentra hoy de nuevo su revista, fuertemente vigilada y situada en un lugar secreto.

«Me avergüenzo de mi generación», ha dicho el actual director de la publicación, Laurent Sourisseau, más conocido como Riss, en mitad de un ambiente cargado al que se le han añadido problemas de comprensión en la sala por el uso de la mascarilla.

Con una bala todavía clavada en el hombro, Riss ha reproducido con sus palabras la escena que estos días se descubre desde el prisma de la decena de personas que fue testigo y con las imágenes del suceso grabadas aquel día por la Policía.

Dificultades

Casi seis años después de los ataques contra la redacción, no es rabia lo único que queda de aquel crimen. Mientras diez acusados siguen el juicio con cierto derrotismo desde una pecera aislada y rodeados de policías, la media decena de bancos ocupados por la parte civil es la prueba de la dificultad de seguir adelante.

En este mediático juicio hay catorce acusados (tres de ellos huidos) por complicidad en esos ataques, en los que murieron 17 personas.