Natxo MATXIN

Sigue Messi, la pandemia y la disputa entre Tebas y Rubiales

La temporada futbolística 2020-2021 comenzará mañana... o no. Como en las últimas ediciones, la batalla competencial entre Federación y LFP –léase Rubiales y Tebas– ha provocado que el inicio liguero se decida en los tribunales. En todo caso, el verdadero protagonista sigue siendo el coronavirus y su influencia en el desarrollo de la competición.

Del mismo modo que concluyó la pasada, la presente campaña futbolística se estrena con la espada de Damocles de qué efectos podrá tener la actual pandemia en las diversas competicio- nes. El continuo goteo de positivos entre futbolistas de primer orden no hace sino confirmar que se trata de un fenómeno de complicado control, pese a la aplicación de variados protocolos sanitarios.

El incremento de contagios durante el verano, tanto de jugadores como de la ciudadanía, no permite vislumbrar un futuro muy halagüeño y parece complicado en estos momentos que una parte muy importante de este deporte, los aficionados, puedan volver a ver en directo a sus ídolos, pese a que algunos dirigentes futbolísticos ya hayan puesto fecha al regreso a los estadios, allá por enero, ante la expectativa de que haya una vacuna a finales de año.

Los mismos dirigentes que, pese a la que está cayendo, no dudan en volver a enfrascarse en su ya tradicional pugna por demostrar quién manda en el mundo del fútbol cada inicio de ejercicio, tratando de imponer señalamientos y horarios. Una vez más, será un tribunal quien determinará si puede haber partidos los viernes y los lunes, un conflicto que solo responde a intereses puramente económicos por el reparto de los ingresos, entre ellos los de la jugosa tarta televisiva.

A regañadientes

Y uno de los artistas por los que dichos operadores pagan un dineral para retransmitir en exclusiva sus evoluciones sobre el campo es Leo Messi. El astro argentino, a regañadientes, seguirá compitiendo en LaLiga, defendiendo la elástica de un Barcelona que es una de las incógnitas del torneo. Enfrascada en una difícil renovación de su plantilla –la austeridad ha dominado el mercado veraniego–, está por ver si la entidad azulgrana mantiene el nivel para estar entre los grandes, selecto club al que aspiran a entrar dos reforzados Sevilla y Villarreal.

También ha fortalecido su vestuario un Granada al que puede atragantársele su participación europea de cara a la lucha por la permanencia, que va a estar más reñida que nunca, en el regreso del Cádiz –un equipo que guarda muchas simpatías en Euskal Herria– al máximo nivel, después de quince años.

 

Silva sustituye a Odegaard en la temporada más ilusionante

La Real afrontará el inicio de su temporada más ilusionante con una plantilla similar con el fichaje de David Silva para cubrir la baja de Martin Odegaard y la vuelta de jugadores cedidos como Jon Guridi, Martín Merquelanz, Jon Bautista y Kevin Rodrigues a la espera de que se confirme los que se quedan en la plantilla. También es muy importante que la joven plantilla que la pasada temporada fue capaz de clasificarse para Europa con el sexto puesto en la Liga y para la final de Copa tenga un año más de experiencia.

Además de Odegaard, la Real solo ha tenido una baja por el momento con respecto a la pasada temporada con la retirada de David Zurutuza. La continuidad es lo mejor que le puede pasar a un equipo cuando da un rendimiento tan positivo, porque lo normal es perder a los jugadores que más han destacado. Aunque quedan varias semanas hasta el cierre del mercado del 5 de octubre, no parece probable que salgan jugadores que han sido importantes y la llegada de David Silva compensa, por lo menos en el aspecto ofensivo, la decepción de la marcha de Odegaard. El noruego es más joven y trabajaba mucho en la faceta defensiva y ahí puede perder algo la Real, pero la experiencia, la calidad y la capacidad de David Silva para dar asistencias y marcar goles son argumentos para pensar que su baja ha sido muy bien cubierta.

La pretemporada ha resultado difícil por las lesiones y los positivos de coronavirus. El último conocido ayer fue el de Willian José tras dar negativo Oyarzabal, Januzaj y Kevin. Eso es un problema para el primer partido de Valladolid, pero la plantilla ofrece tantas opciones que incluso con todas las bajas la Real fue capaz de ganar a Osasuna y lograr el primer título de una temporada más ilusionante que ninguna, la Euskal Herria Txapela.

Espera la final de la Copa contra el Athletic, la Supercopa de Arabia Saudí con el equipo rojiblanco, Barcelona y Real Madrid y la fase de grupos de la Europa League al margen de la Liga y la Copa. Son cinco competiciones que van a poner a prueba a la plantilla realista, pero Imanol consiguió el año pasado que sus jugadores compitieran siempre con dos partidos a la semana. Esa experiencia debe ayudar esta temporada en la que cabe esperar que se recupere la normalidad pronto y jugadores y aficionados blanquiazules puedan disfrutar juntos de todas las competiciones.Joseba ITURRIA

 

Un proyecto continuista, con Lezama para suplir las bajas

Salvo que antes del cierre de mercado en octubre se produzca algún fichaje, se habla de Javi Martínez y Berenguer, el Athletic afronta una segunda temporada consecutiva sin realizar ninguna contratación. La incertidumbre que genera la pandemia a nivel económico tampoco invita a inversiones, a pesar de que el club dispone de fondos. La presidencia de Aitor Elizegi y la dirección deportiva de Rafa Alkorta se está caracterizando por gestionar de inercia y así evitar arriesgar los avales de la Junta. Garitano sigue al frente de un proyecto continuista en el que los únicos refuerzos llegan desde Lezama. Peru Nolaskoain, con ficha del primer equipo, e Iñigo Vicente regresan tras sus cesiones y otros como Jon Morcillo, Unai Vencedor y Oier Zarraga se han ganado una oportunidad. Asimismo, el portero Jokin Ezkieta asciende con los mayores a la espera de que se concrete la salida de Iago Herrerín.

En una pretemporada atípica con los contagios de coronavirus de hasta seis jugadores -Williams, Núñez, Córdoba, Unai López, Oihan Sancet y Larra- además de las lesiones de Yuri, Iñigo, Nolaskoain, Vesga e Ibai Gómez, los canteranos han aprovechado los amistosos para reivindicarse. El portero Iru, los defensas Sillero, Luengo y Paredes, el centrocampista Prados y los atacantes Ewan Urain y Nico Serrano también han estado trabajando con el primer equipo. De la apuesta del entrenador dependerá la aportación de los jóvenes que dan el salto para suplir las bajas de Aduriz, San José y Beñat, tres referentes rojiblancos en los últimos años.

Al Athletic le faltó dar un paso al frente en ataque la campaña anterior y se quedó sin poder conseguir el objetivo de entrar en Europa. Mantener la eficiencia en tareas defensivas, con un sobresaliente Unai Simón, volverá a ser primordial en un bloque sólido que necesita crecer con balón y hacer más goles. Williams y Muniain deberán ayudar a Raúl García en esa faceta al igual que un Asier Villalibre que hereda el 20 de Aduriz y del que se espera que vaya ganando en confianza y minutos para convertirse en referencia ofensiva del equipo.

La figura de Oihan Sancet, que en el último amistoso contra el Eibar jugó de medio centro ofensivo, o el nivel de asentamiento en la categoría de jugadores como Unai López, Vesga y Córdoba también influirá en la zona de la clasificación por la que se mueva el conjunto rojiblanco.

Con jugadores ya consagrados como Iñigo, Yuri, Dani García, Capa o Yeray, al Athletic se le presenta una temporada ilusionante en la que de partida luchará por dos títulos con la final de Copa ante la Real aplazada y la Supercopa en enero. Con lo que no podrá contar el equipo es con el apoyo incondicional de la afición de San Mamés -por lo menos al inicio del campeonato-.Manex ALTUNA

 

Machín, Battaglia y Deyverson; piezas para despertar ilusión

La llegada de un entrenador que deslumbró con el Girona, la incorporación de un centrocampista consagrado en el fútbol portugués y el regreso de un atacante que se ganó el cariño de los aficionados albiazules en el regreso a la máxima categoría. Esas son las piezas con las que el Deportivo Alavés tratará de mejorar la imagen descafeinada con la que cerró la pasada campaña.

El Glorioso mantiene el bloque −los cedidos Camarasa y Vidal son las bajas más destacables− con el que logró certificar la continuidad en la máxima categoría por una temporada más y a ello añade tres piezas que están llamados a ser fundamentales. El técnico Pablo Machín llega tras su paso por el fútbol chino, después de no encajar en el Sevilla, y se espera que cuaje su estilo tan personal en la plantilla albiazul −la defensa de cinco es su seña de identidad−.

La vuelta de Deyverson ha despertado una gran alegría en la familia albiazul y ha sido el gran protagonista de la pretemporada (marcó dos goles). De Battaglia se espera que refuerce un centro del campo que presentó muchas dudas el pasado curso.Ane URKIRI ANSOLA

 

Un equipo eternamente condenado a reinventarse

El Eibar disputa su séptima temporada consecutiva en Primera. El Eibar disputa su séptima temporada consecutiva en Primera. No es una errata, es que hay que decirlo al menos dos veces y aún así cuesta acabar de creérselo porque pese a haberla convertido en hábito, la consecución anual de la permanencia entraña un mérito extraordinario para un equipo que se sigue contando entre los más modestos.

La dificultad no se reduce con los años. Más bien al contrario. Una de las facturas a pagar –deportivamente porque, a cambio, las arcas están cada vez más llenas– por el éxito es la permanente necesidad de reinvención a la que tiene que hacer frente el equipo. Jugador que destaca, jugador que vuela, y vuelta a empezar. Fue especialmente evidente el curso pasado cuando, tras la todavía reciente marcha de pilares como Capa y Dani García, el Eibar perdió a otros dos de sus principales sostenes, Rubén Peña y Jordán. Añadidos los problemas físicos y de forma de otro puñado de futbolistas importantes, al equipo le tocó sufrir de lo lindo, hasta el punto de que cuando se reinició la competición y pese a que no ocupaba puestos de descenso, parecía uno de los principales candidatos a perder la categoría. Pero la mantuvo, con un espectacular ejemplo de profesionalidad, dadas las condiciones generales y particulares, que le vuelve a colocar en la parrilla de salida.

De nuevo, sí, condenado a reinventarse. Esta vez sin dinero a cambio porque no ha habido grandes ventas pero con despedidas que inquietan. Por su peso y porque, con un mercado que se extiende hasta octubre, hay vacantes sin cubrir. Lo cierto es que el Eibar ha perdido a dos de sus capitanes, Escalante y Ramis, importantes en el césped y en el vestuario; a Charles, máximo goleador del equipo en las tres temporadas que ha defendido la camiseta azulgrana; y a Orellana, ese futbolista «diferente» con el que rara vez han podido contar los armeros. Se les une la lesión de otro pilar, Cote, que se rompió el cruzado en julio y, por si fuera poco, en una plantilla de sólo 21 integrantes, hay jugadores que no convencen en absoluto al entrenador.

Un año más, por tanto, no faltan las dudas e inquietudes. Tampoco, de todos modos, debería hacerlo la confianza que se ha ganado un proyecto encabezado por José Luis Mendilibar por sexta campaña consecutiva.A.U.L.

 

Osasuna sigue fiándolo todo a la consistencia del bloque

Le dio un magnífico resultado la campaña pasada y piensa seguir por el mismo camino. Osasuna vuelve a confiar en el bloque de futbolistas que firmó el ascenso y que le ha permitido prorrogar su estancia en la máxima categoría otro ejercicio, máxime teniendo en cuenta que muchos de ellos han ganado en experiencia a la hora de competir al más alto nivel.

Con un mercado de fichajes casi en punto muerto que ha favorecido que la escuadra navarra mantenga en su seno a algunos de los futbolistas que destacaron la anterior temporada, la entidad rojilla quiere conmemorar, en la medida de lo posible, su anómalo centenario volviendo a ofrecer una imagen solvente y sólida que le permita conquistar una nueva permanencia sin sobresaltos de última hora.

La tarea no se antoja para nada sencilla, pero hay confianza máxima en que el esfuerzo diario y el saber del tándem Arrasate-Alkiza sean de nuevo la combinación perfecta para obtener los frutos apetecidos. Osasuna ya no partirá con la desventaja de ser un recién ascendido, pero tampoco pillará desprevenidos a sus rivales, que ya conocen cómo se las gasta el conjunto navarro si está al cien por cien.

En esta situación de austeridad provocada por un futuro incierto a causa de la pandemia sanitaria, la entidad rojilla apenas se ha reforzado con la llegada de dos fichajes, si bien las necesidades del equipo obligan a hacer más esfuerzos económicos en incorporaciones que, a buen seguro, se confía en realizar a medida que los grandes vayan realizando sus descartes y el dominó comience a rodar.

Habida cuenta del regreso inapelable de Estupiñán y Lato a sus respectivos clubes de origen y la imposibilidad de volver a rescatarlos para la causa osasunista, el club se ha visto obligado a pagar casi tres millones por uno de los mejores laterales zurdos de Segunda, Juan Cruz, una operación que hubiera sido impensable en Iruñea hace solo unos años. Queda pendiente la llegada de otro jugador para esa misma posición, que lleva huérfana demasiadas temporadas.

El otro desembolso importante del verano ha supuesto el regreso de un viejo conocido, Lucas Torró, del que se espera iguale el rendimiento que dio en su anterior etapa, pero con la incógnita de si será el mismo después de la grave lesión que ha padecido. Además, la escuadra navarra debe reforzarse en ataque, con la entrada de algún delantero que garantice goles, asunto en el que en principio parecía que el club rojillo iba a poner todo su relativo músculo financiero, pero que no se ha terminado de concretar.N.M.