Dos mensajes frente a frente. Uno para defender el modelo tradicional de familia y oponerse a la ampliación de los derechos reproductivos que lleva aparejada la nueva ley de bioética, que sigue su largo y controvertido proceso de aprobación en el legislativo galo, y otro para apoyar que no existan discriminaciones a la hora de acceder a los métodos de reproducción asistida o PMA.
La escena de esas dos visiones de la sociedad, separadas por un cordón policial, se vivió en la mañana del sábado en Baiona.
No es la primera vez que los grupos católicos y tradicionalistas salen a la calle, y esta vez también contaron con la bendición previa de monseñor Aillet que, en víspera de la movilización condenó también como una afrenta a la libertad de expresión la anunciada protesta de colectivos feministas, militantes LGTB+ y grupos anti fascistas por esa movilización conservadora.
J’encourage et je bénis tous ceux qui manifesteront, en particulier à Bayonne et à Pau,pour faire entendre la voix des sans voix et dire non au projet de loi bioéthique. Je condamne fermement l’intolérance de ceux qui leur dénieront le droit fondamental à la liberté d’expression
— Mgr Marc Aillet (@MgrMAillet) October 9, 2020
En todo caso, la del sábado fue una de las movilizaciones que reunió a más personas (unas 300) posiblemente porque la aprobación de la ley de bioética entrará pronto en su fase decisiva.
El texto fue aprobado en primera lectura el pasado 1 de agosto por la Asamblea Nacional francesa, pero deberá ser debatido antes de fin de año o como muy tarde a principios de 2021 en el Senado, cámara en la que la derecha tiene la mayoría.
De ahí la creación de un colectivo, denominado Marchons Enfants, que pone a los hijos e hijas al frente de las protestas en favor de la familia tradicional y que, al igual que en Baiona, promovió el pasado sábado movilizaciones en una decena de ciudades del Estado francés.
Retirar la ley, reescribir el texto
Ludovine de la Rochère, presidenta de Manif pour tous, la asociación que impulsa esa iniciativa, no oculta que el objetivo de esas protestas es que los senadores «reescriban el texto».
El colectivo vasco de defensa de los derechos de las personas homosexuales, Les Bascos, que ha militado activamente durante años por una ampliación de los derechos reproductivos que sólo se verá respondida parcialmente por la futura norma que, son ir más lejos, no toma en consideración a las personas trans. ha valorado hoy, mediante un comunicado, esa movilización «frente a frente» que se vivió el fin de semana en la capital labortana.
Les Bascos ha remarcado que la extensión de acceso a la PMA «es un avance real para los derechos de las mujeres» y ha recordado que la nueva ley implicará una cierta homologación «de las mujeres lesbianas con sus compañeros homosexuales» con otros estados europeos permitiendo que las mujeres en pareja o solas que decidan recurrir a los métodos de reproducción asistida «no deban viajar fuera del estado francés».
Son numerosas las mujeres de Ipar Euskal Herria que solas o con su pareja cruzan la frontera del Bidasoa para someterse a tratamientos de fertilización en clínicas del sur del país. Algunas de estas mujeres estimoniaron a GARA las dificultades que afrontaron para ser madres.
Les Bascos ha lamentado que «colectivos que cuentan con el apoyo de un obispo conocido por sus posicionamientos extremistas intenten instrumentalidad la figura infantil para negar a mujeres lesbianas o solteras el derecho a fundar una familia».
El colectivo ha emplazado a seguir movilizados «en favor de una sociedad que no deje a nadie de lado y garantice la igualdad para todas las personas» y ha reiterado que «ampliar derechos no perjudica a nadie».