Maite Ubiria

El Elíseo baraja «todas las opciones» frente a la expansión de la covid-19, incluso el toque de queda

La preocupante evolución de la pandemia en el Estado francés llevará esta noche a Emmanuel Macron a anunciar «medidas definitivamente restrictivas». Fuentes del Elíseo destacan que «todas las opciones están sobre la mesa», lo que no excluye aplicar en las ciudades con índices de contagios más altos el toque de queda, que ya se impuso en Guyana, pero que, caso de aplicarse en el Hexágono podría adoptar otro nombre, para evitar connotaciones bélicas.

Un solitario visitante pasa ante el reloj del museo de Orsay, mientras el Gobierno baraja limitar horarios por la Covid-19. (Ludovic MARIN / AFP)
Un solitario visitante pasa ante el reloj del museo de Orsay, mientras el Gobierno baraja limitar horarios por la Covid-19. (Ludovic MARIN / AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigirá esta noche a la ciudadanía para explicar la estrategia gubernamental para hacer frente a la segunda ola de la pandemia. Lo hará en un formato de entrevista de 45 minutos que será emitida conjuntamente por TF1 y France 2 (19.55).

Se espera que el jefe del Elíseo evoque una línea de políticas «más restrictivas» de cara a hacer frente «a la rápida expansión del virus», ya que el Estado francés está en plena segunda ola de covid-19. Esas medidas según medios como LCI y BFMTV incluirían un toque de queda en una veintena de ciudades y la declaración del estado de urgencia sanitaria a partir del viernes.

Tomando como referencia la semana del 28 de setiembre al 4 de octubre, en el Hexágono se contabilizaron 78.998 nuevos casos y una tasa de positividad que se acerca ya al 10%.

Mirando a las gráficas puede observarse que que desde que desbordara la barrera del 3% en la semana del 10 al 17 de agosto, la tasa de positividad ha aumentado de manera constante. Así, en la semana del 14 al 20 de setiembre ya doblaba ese porcentaje (6,4%) y en la semana del 28 de setiembre al 4 de octubre se triplicaba para situarse en el 9,1%, último dato disponible.

Llama la atención que pese a la escalada haya bajado, sin embargo, el número de personas testadas. El récord en cuanto al testado se alcanzó en la semana del 14 al 20 de setiembre, con 1.164.755 pruebas realizadas. La semana del 21 al 27 de setiembre se realizaron 946.566 pruebas PCR, y la siguiente semana esa cifra bajó de nuevo para situarse en los 864.933 test.

El presidente francés debería dar cuenta de ese y otros aspectos de la política sanitaria, que ya ha sido objeto de una severa crítica en el informe preliminar dado a conocer por el consejo científico, que entregará sus conclusiones definitivas en diciembre.

«Restricción nocturna de circulación»

¿Un toque de queda a las 20.00, a las 21.00 o a las 22.00? Ese es el dilema, que con memes en redes sociales en los que Macron aparece como un jugador de casino, ocupa el interés mediático en las horas previas a la intervención del presidente francés.

El hecho de que el debate se centre en el horario en que regiría esa eventual restricción no deja de llamativo, ya que una mirada a la estadística oficial por tipos de actividades en las que se registran más cluster o brotes por covid-19 animaría a hacer preguntas con más fondo.

De acuerdo a los datos registrados entre el 9 de mayo y el 5 de octubre por MONIC, el servicio de información de Santé Publique France, en ese periodo la incidencia del virus se centró, por este orden, en empresas públicas o privadas –802 cluster o brotes, lo que representa y 25% del total–, en centros escolares y universidades –680 cluster y 21,2%–, y en hospitales y otros establecimienos sociosanitarios –362 cluster y 11,3%–.

Efectivamente, los denominados «eventos públicos o privados: encuentros temporales de personas» figuran en cuarta posición en ese informe que atribuye a ese tipo de relación social 331 cluster y un 10,3% de incidencia con respecto al total de brotes referidos en ese periodo de siete meses.

Más teletrabajo y menos movilidad, ¿seguro?

De la vuelta más o menos generalizada al teletrabajo a medidas en el transporte, el consejo de defensa reunido ayer en el Elíseo permitió «poner encima de la mesa todas las opciones», aunque el acto de comunicación programado por Macron, más allá de los anuncios concretos, tendría el objetivo añadido de «proyectar un calendario para los meses venideros», según avanza la AFP.

Repasando de nuevo los datos, en el caso del teletrabajo, que se presentó como un «fenómeno que ha venido para quedarse», se ha producido una involución evidente.

Según el sondeo encargado por ‘Les Echo’ tras el desconfinamiento un 14% de los trabajadores han seguido prestando su servicio desde su domicilio frente al 27% que lo hacían la primavera pasada. De ese 14% de practicantes del teletrabajo, solo un 4% no se desplaza físicamente nunca a las instalaciones de la empresa y un 10% alterna su actividad entre la casa y la oficina.

En el caso del transporte, del 25% de usuarios a la salida del confinamiento se ha pasado a un 60% en la red metropolitana parisina, con el repunte del uso de la bicicleta eclipsado en parte por un recurso más habitual al vehículo particular.

A esa falta de políticas sostenidas en lo que se refiere a las alternativas al trabajo presencial –y a los desplazamientos cotidianos– hay que sumar otras fallas ligadas al retorno a las clases escolares, que se han maquillado cambiando sobre la marcha los protocolos o los baremos a la hora de comunicar los casos de covid-19 y adoptar las preceptivas medidas –también aligeradas– de aislamiento.

No se espera, sin embargo, que la comparecencia de hoy de Macron se convierta en un acto de contrición –el calendario marca elecciones regionales y departamentales en la primavera de 2021– sino más bien en la puesta de largo de una «estrategia reforzada».

Esa política pivotaría en lo sanitario en la promesa de aumentar los test –con ayuda de las pruebas salivares– y mejorar en el trazado de contactos, y en lo social en confortar con anuncios de ayudas a los sectores económicos más afectados, especialmemte si se va a un escenario de toque de queda.

Una receta que, se sirva más o menos edulcorada, sería percibida por la ciudadanía como un ensayo general de reconfinamiento, por más que un Macron que nunca llamó por ese nombre al aislamiento social decretado para frenar la primera ola de la covid-19 vuelva a recurrir a los eufemismos –«restricción nocturna de la circulación»– para introducir un nuevo límite a las libertades que promete suscitar debate político y jurídico.