Hace un año, el 14 de octubre de 2019, se hizo pública la sentencia por el procés. El Tribunal Supremo español condenó a un total de 100 años de prisión a nueve políticos independentistas catalanes. La sentencia endosó 13 años de prisión a Oriol Junqueras, 12 a Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, 11 años y medio a Carme Forcadell, diez años y medio a Joaquim Forn y Josep Rull, y nueve años a Jordi Cuixart y Jordi Sànchez.

Hoy, los nueve han explicado en ‘El matí de Catalunya Ràdio’ lo que sintieron en aquel momento y con qué perspectiva afrontan la condena y el futuro de Catalunya, coincidiendo en que «fue una venganza» contra los más de dos millones de ciudadanos que votaron en el referéndum del 1 de octubre de 2017.

Forcadell recuerda que recibió la sentencia pasadas las 09:00, «sola, en una de las salas de vis a vis» de la prisión. Al enterarse de los 11 años y medio de condena pensó en su madre que «tendría 102 años cuando saliese» y viendo las del resto de sus compañeros tuvo «claro» que aquello «no era justicia, era venganza». 

En la misma línea, Junqueras ha apuntado que «fue una sentencia que condenaba a toda una opción política». El líder de ERC señala que «contar con un compañero como Raül (Romeva) ha hecho más soportable» la reclusión. De hecho, Romeva coincide en la lectura: «La decisión del Supremo va contra todo un país, una ideas y un movimiento concreto. Va contra millones de personas». Así, pese a que «no fueron días fáciles», subraya que «las movilizaciones ayudaron a soportarlo».

Turull, asimismo, recuerda «la larga espera» de la sentencia. Una larga espera que se eternizó durante un minuto más porque el grosor de la sentencia (493 páginas) no permitía pasarla por el cristal dl locutorio de la prisión donde se la comunicaron. «Estábamos preparados, la sentecia hacía mucho tiempo que estaba escrita».

Bassa ha sido sincera al señalar que fue «uno de los peores días» de su vida y que «no esperaba» los 12 años de condena. Del mismo modo, entiende que «las instituciones catalanas no estuvieron a la altura de dar una respuesta unitaria».

Forn recuerda que se pudieron mentalizar porque el día anterior ‘El Mundo’ ya filtró que las sentencias irían de los ocho a los quince años. Sin embargo, «todavía resuenan las palabras» de cuando le comunicaron los 10 años y medio de prisión. Rull también recuerda la filtración, por lo que más le llamó la atención fue la respuesta, recordando las movilizaciones, especialmente la del aeropuerto de El Prat. 

Sànchez vivió la jornada con una mezcla de «indignación y voluntad de respuesta», por lo que frente a una sentencia «dura» la respuesta popular fue un impulso. En esa línea, Cuixart sostiene que «el 14 de octubre no se acabó nada». Desde entonces, ha asumido «más si cabe» que «resistir también significa vencer».