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La ilegalización de Cheikh Yassine, primera réplica de Macron a la decapitación del profesor

«Nuestra determinación es total», ha afirmado el presidente francés, Emmanuel Macron, tras la decapitación del profesor Paty por mostrar caricaturas de Mahoma. La batalla contra el islamismo radical que anunciaba ya antes tiene ahora una primera iniciativa: la disolución del grupo Cheikh Yassine.

La imagen de Paty, en la «marcha blanca» de este martes. (Bertrand GUAY | AFP)
La imagen de Paty, en la «marcha blanca» de este martes. (Bertrand GUAY | AFP)

La batería de medidas anunciadas en los últimos días por el Gobierno francés contra el islamismo radical tras la decapitación de un profesor proseguirá a largo plazo, ha asegurado este martes el presidente, Emmanuel Macron, quien promete que su lucha dará resultados porque «la determinación es total».

«Nuestros conciudadanos esperan hechos y esos hechos se intensificarán. Hemos señalado al enemigo y explicado la estrategia. Aquellos cuya religión es el islam deben estar protegidos contra el islam radical» ha dicho en el departamento de la periferia parisina de Seine-Saint-Denis, donde se ha reunido con miembros de una célula contra el islamismo.

La elección de su desplazamiento no es casual: allí se instaló a principios de año la primera unidad de ese tipo, que desde entonces tienen ya 98 de los 101 departamentos de Francia, y desde 2012 se han cerrado 15 centros, como colegios o lugares de rezo, acusándoles de radicalización.

«Sabemos qué hay que hacer y seguirán llegando resultados», ha añadido Macron con el tono marcial desplegado tras el ataque del pasado viernes, en el que el profesor Samuel Paty fue decapitado tras haber mostrado caricaturas de Mahoma en una clase de secundaria sobre libertad de expresión.

Desde entonces se ha estrechado la vigilancia policial, que se ha materializado en el cierre de una mezquita y en la disolución este miércoles del grupo Cheikh Yassine, fundado por uno de los detenidos por ese atentado, además de centrarse fuerzas en combatir la difusión de mensajes de odio por internet.

«Frente al drama del viernes, nuestra responsabilidad es amplificar la respuesta», dijo este martes en la Asamblea Nacional el primer ministro, Jean Castex, quien recalcó que la investigación abierta por lo sucedido ha resultado en 16 arrestos y en controles domiciliarios a quienes justificaron en las redes lo sucedido.

Nuevos tipos delictivos

El jefe de Gobierno, quien indicó que desde mayo de 2017 se han abortado 32 atentados, reclamó la creación del delito de puesta en peligro de alguien por la divulgación pública de datos personales, y defendió su apuesta por reforzar los medios para vigilar el islamismo radical en internet.

«No podemos resignarnos a asistir pasivamente a la expansión del odio en las redes», añadió Castex la víspera de un homenaje nacional a Paty que tendrá lugar en la Universidad parisina de la Sorbona.

Esa ceremonia fue precedida este martes de una «marcha blanca» que partió del instituto Le Bois d'Aulne, en el que Paty enseñaba, hasta la Plaza de la Libertad de la localidad de Conflans-Saint-Honorine, donde está ese centro y el maestro fue decapitado por un refugiado ruso de origen checheno, de 18 años, que luego murió por disparos de la policía.

La cadena BFM TV reveló este martes que el padre que publicó un vídeo indignado con la clase donde Paty mostró caricaturas de Mahoma, que se quejó ante ese instituto y acudió a la comisaría para denunciarle, habló con el agresor por whatsapp días antes del ataque, aunque no ha trascendido el contenido de ese intercambio.

La voluntad gubernamental de vigilar lo publicado en las redes ha llevado a la ministra de la Ciudadanía, Marlène Schiappa, a reunirse con representantes de plataformas como Facebook, Instagram, Twitter o Youtube para reclamarles implicación y proponerles cooperar con la Policía y la Gendarmería en la lucha contra el ciberislamismo.