ACUNSA GIPUZKOA BASKET 72 - URBAS FUENLABRADA 100

Dar 28 puntos de ventaja en el average particular a un rival directo en la pelea por la permanencia como Fuenlabrada no es nada aconsejable, pero eslo que le ha pasado a Acunsa Gipuzkoa Basket. Los pupilos de Marcelo Nicola siguen anclados en una única victoria y además han cerrado una preocupante semana de dos derrotas abultadas. Pase que en el Palau Blaugrana se perdiera por 26 puntos, pero caer por 72-100 ante un Fuenlabrada que ha llegado a Donostia con  un balance de 0-6 y con un nuevo entrenador en la figura de Javier Juárez, es un pecado que tardará en expiar la escuadra donostiarra como no se ponga las pilas ya.

Lo más triste es que el partido no ha sido tan desequilibrado, ni mucho menor. Un último cuarto de 17-38 ha sido el gran responsable de tan abultado marcador, pero que en todo caso, no oculta una derrota particularmente dolorosa porque ha llegado tras un ejercicio de quiero y no puedo durante los 40 minutos.

Un primer cuarto terminado en 20-26 se ha convertido en un muro imposible de escalar para los de Marcelo Nicola, que después de un esfuerzo tremebundo hasta el último cuarto, se ha encontrado sin gasolina en los diez minutos finales. ¿Por la falta de costumbre de jugar cada tres días? Tal vez, pero lo cierto es que los donostiarras se han derrumbado en los diez últimos minutos y el resultado ha sido un cruel golpe.

La línea exterior de Gipuzkoa Basket ha sido la que más señalada ha quedado en este partido, al tiempo que los interiores, Okouo, Echenique y Radoncic –que juega indistintamente a caballo entre el puesto de alero y ala-pívot– han sido quienes han sostenido a los de Nicola durante los 30 primeros minutos. Cuesta creer que el tercer asalto haya podido terminar 55-62, pero es que así ha sido, a pesar de dejarse un buen número de tiros libres y de perder el rebote de forma clara.

Pero luego ha llegado el último cuarto, y los exteriores del Fuenlabrada han pasado por encima de Gipuzkoa Basket. Melo Trimble se ha ido a los 20 puntos y 8 asistencias; Marc García, a los 21 tantos, mientras que Meindt ha sumado 16 puntos y 8 rebotes, mientras que emegono se ha ido a los 15 tantos.

No obstante, lo más importante ha sido el espíritu de los fuenlabreños. Han visto la victoria al alcance y se han lanzado a la yugular, al tiempo que Gipuzkoa Basket se ha venido achicando hasta la paliza definitiva.

CLUB JOVENTUT DE BADALONA 83 - TD SYSTEMS BASKONIS 82

Si Gipuzkoa Basket ha recibido una paliza cruel y mentirosa en cuanto al transcurso del partido, la puñalada que ha encajado Saski Baskonia ha sido como mínimo igual de dolorosa y desalmada. Después de remontar una desventaja de 18 puntos ante una Penya que se ha enseñoreado durante los 20 primeros minutos, las mejores versiones de Pierria Henry y ¡Yossoupha Fall! han vuelto loco el partido del Palau Olìmpic. Tanto es así, que la agresividad defensiva gasteiztarra más los dos nombres propios citados han volteado el marcador hasta poner el luminoso con 76-81 a falta 1.14 para el final del partido.

Y en esa circunstancia ha llegado una hecatombe similar al partido de San Pablo Burgos, cuyo desarrollo ha recordado en exceso a aquel. La Penya no se ha vuelto loco y ha buscado dos canastas interiores para arrimarse 80-81 con unos pocos segundos por jugarse. El Baskonia –que ha perdido minutos antes a Vildoza tras habérsele subido el gemelo en un jugadón que ha supuesto el 70-71 para los de Ivanovic– le ha dado el balón a Pierria Henry y ha sido objeto de falta. El base norteamericano ha anotado solo un tiro libre y los de Carles Durán han dispuesto del último balón.

Después de hacer una primera parte maravillosa, anotando 16 puntos, Ferrán Bassas, ex de San pablo Burgos, se ha pasado toda la segunda mitad sin anotar un solo punto más. Empero, se ha colocado en la esquina y el balón le ha llegado en ventaja luego de un ataque perfectamente dirigido por Pau Ribas. Bassas ha esperado apostado cual cazador de élite, y con una mínima finta, ha hecho volar al bueno de Pierria Henry, al que nada se le puede reprochar. Una vez desembarazado de Henry, Bassas ha apuntado y disparado en un triple que, de tan solo que ha lanzado, ha parecido de entrenamiento. Y tanto es así, que su triple ha entrado limpiamente justo con la «chicharra» del final de cuarto y, por ende, del partido

Los jugadores del Joventut se han lanzado a celebrar el triunfo y, pese a una revisión pedida a la desesperada por la bancada baskonista, los árbitros no han dejado duda alguna: el triple de Bassas ha sido triple y no ha dejado tiempo para intentar siquiera un tiro de campo a campo.

«Decepcionado con algunos jugadores»

«La clave de la derrota ha estado en la primera mitad. El equipo ha luchado y defendido agresivo solo 20 minutos, porque en los primeros 20 ha jugado sin energía, sin ganas... ha estado irreconocible y estoy muy decepcionado con algunos jugadores», ha admitido Dusko Ivanovic en la rueda de prensa posterior al partido.

«Esto es deporte y el deporte siempre premia al que lucha los 40 minutos ante el que solo lo hace durante 20», ha subrayado. Y viendo cómo ha ido el reparto de minutos, jugadores como Zoran Dragic, Jekiri o el propio Alec Peters tal vez deban pasar examen de conciencia, porque el técnico montenegrino ha pasado de ellos olímpicamente en los momentos en los que el Baskonia ha remontado.

Hasta la locura que ha detonado Pierria Henry, el Joventut ha bailado sobre el Baskonia, con el trío compuesto por Bassas, Ribas y Ante Tomic jugando a su son, y además cargando el rbeote ofensivo de manera despiadada, sin que haya habido soluciones en el bando gasteiztarra.

Así las cosas, el marcador al descanso se ha ido hasta el 47-32, un resultado que solo la irrupción de Pierria Henry, y la posterior entrada casi a la desesperada de Fall han podido dinamitar.

Luego, con el partido ganado, la Penya no ha perdido los nervios y al Baskonia, que le había salido cara la moneda ante Valencia Basket y Estudiantes, y cruz frente a San Pablo Burgos, se ha atascado, y el tiro final de Bassas, que bien ha podido no entrar, ha terminado de apuntillar a los de Ivanovic.