Al término de la reunión del Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado el tercer estado de alarma de este año para tratar de atajar la propagación del coronavirus, como habían solicitado numerosos ejecutivos autonómicos, entre ellos los gobiernos de Urkullu y Chivite.
La medida establece, entre otras cuestiones, restricciones a la movilidad en horario nocturno, un toque de queda que se ha fijado desde las 23.00 horas hasta las 6.00 de la mañana en todo el Estado, aunque con margen para que las comunidades puedan retrasar o adelantar una hora en esa franja.
Las autonomías, según ha dicho Sánchez, podrán confinar su territorio completo o el de un «ámbito territorial inferior», decisión que deberá tomarse con «sentido común» para que se permitan actividades como la de acudir al médico, al trabajo o al centro educativo.
De la misma forma, las autonomías podrán limitar la permanencia de personas en espacios públicos o privados hasta un máximo de 6 personas, como ya viene ocurriendo en la mayor parte.
Con carácter general, la circulación queda vetada desde las 23:00 hasta las 6:00 salvo por la causas especificadas en la norma (comprar medicamentos, ir al trabajo, regresar al domicilio, cuidar a mayores o menores); esta medida excluye a Canarias por sus buenos datos epidemiológicos.
Pero cada comunidad podrá modular la franja horaria y decidir que sea a partir de las 22:00 o a medianoche y hasta las 5:00 o las 7:00 de la mañana, ha aclarado el jefe del Ejecutivo español.