La Real ha caído derrotada en su estreno europeo en Anoeta (0-1) ante un Nápoles que ha demostrado ser un buen equipo y que necesitaba sacar algo positivo después de su tropezón en casa en la primera jornada. Donostiarras e italianos quedan empatados con 3 puntos, mientras que el AZ Alkmaar holandés es líder con 6 tras imponerse con claridad al Rijeka (4-1). Los croatas cierran con un rosco en su casillero.

Imanol ha anunciado de primeras a sus hombres más habituales, con Guevara en el mediocentro en el lugar de Zubimendi. Sin embargo, a última hora se ha visto forzado a realizar un cambio y meter a Sagnan por Aritz Elustondo –al parecer lesionado en el calentamiento– en el centro de la defensa.

El primer susto lo ha dado el capitán de los italianos, Insigne, con una gran jugada individual que ha finalizado con un disparo demasiado cruzado. No se había cumplido el cuarto de hora y Mario Rui ha tenido la segunda en otra excelente combinación, pero ha vuelto a rematar desviado. El Nápoles mostraba galones en el arranque.

Pero la Real, fiel a sus ideas, no se ha arrugado y poco a poco ha impuesto su ley. Además, a los veinte minutos los visitantes han tenido la mala fortuna de ver cómo Insigne, su máxima estrella, sufría una lesión muscular y tenía que se sustituido por Lozano.

Poco después llegaba la mejor ocasión realista de la primera mitad, con un caramelo que Gorosabel ha puesto en la cabeza de Merino y cuyo testarazo se ha ido por encima del larguero.

El Nápoles ha dado un paso adelante en el arranque de la segunda mitad, y a los diez minutos un disparo lejano de Politano ha encontrado las redes de Remiro tras golpear en Sagnan (0-1, 55’). Al verse con ventaja, los visitantes se han refugiado en su campo, a la espera de una contra. 

Paradón de Ospina a Portu

Tocaba picar piedra. La Real se ha aferrado a su habitual paciencia y ha tenido el empate en una larga combinación que ha rematado Portu, pero Ospina ha mostrado unos reflejos felinos para sacarla con su manopla izquierda. Han tenido que pasar bastantes minutos para cantar otro ¡uy! merced a un duro disparo de Oyarzabal que se ha marchado fuera.

Restaban poco más de diez minutos e Imanol quemaba naves al mover su dibujo, dando entrada a Barrenetxea por Gorosabel y jugando con Willian José y Bautista en punta. Todo o nada.

El Nápoles ha podido sentenciar con un gol al saque de una falta, pero el árbitro lo ha anulado porque el jugador que ha botado el balón se ha resbalado y ha tocado el esférico con los dos pies.

La Real insistía, pero las urgencias no han sido buenas consejeras y el conjunto que entrena el exmilanista Gennaro Gattusso ha conseguido mantener sin excesivos apuros su exigua renta.

La próxima semana la Real recibe al flamante líder y no se puede permitir un nuevo tropezón si no quiere verse muy lejos de los holandeses.