Eibar y Cádiz se han mantenido fieles a sus «costumbres»: los gaditanos, que cuentan sus desplazamientos por victorias, se han llevado los tres puntos de un Ipurua donde el Eibar no ha ganado ninguno de sus cinco compromisos esta temporada.
Hoy ni siquiera ha podido salvar un punto, después de que su rival hiciera exactamente lo que había temido José Luis Mendilibar, aguantar en defensa las acometidas locales y sacar mucho de muy poco. En tres llegadas al área –la primera un córner sin demasiada historia– ha exhibido toda la pegada que les ha faltado a los azulgranas para sentenciar el partido antes del descanso.
Es lo que le ha faltado al Eibar que, hasta que Negredo ha enchufado la primera, a diez minutos del descanso, había hecho casi todo lo que tenía que hacer. Los armeros, con el mismo once del Pizjuán, han entrado al partido intensísimos, encerrando en el área al Cádiz, entrando por las bandas –sobre todo por la izquierda con Bryan Gil–, con un Inui muy entonado… pero le ha faltado el gol. Peor aún, ha cometido dos errores defensivos que han resultado letales. Dos pérdidas de balón en el centro del campo de Diop, que ha pasado de héroe en Sevilla a villano en Ipurua. Porque de esos dos balones han llegado los goles de Negredo y Salvi, en el lapso de apenas tres minutos.
A la vuelta de vestuarios, Mendilibar ha redibujado su equipo. Expósito ha sustituído al desafortunado Diop y, pese a su buena actuación, Inui ha sido el sacrificado para que, con la entrada de Enrich, su equipo jugara con dos puntas. Pero no ha servido de nada, como tampoco lo han hecho las entradas posteriores de Kadzior, Muto y Soares. Si el Cádiz no se ha despeinado cuando le ha tocado sufrir con el marcador igualado y su rival lanzado, en ventaja se ha visto dueño y señor del partido. Ante un rival que ha ido perdiendo fuerza, juego y convicción, no sólo han mantenido su portería inmaculada, sino que han estado más cerca de anotar el tercero que de encajar el primero.
«Nos cuesta crear peligro en casa»
No ha puesto pegas José Luis Mendilibar a la victoria de un Cádiz que «ha hecho muy bien su fútbol. Normalmente no suelen dominar, normalmente no suelen tener el balón pero sí hacen daño. Pocas veces salen pero cuando lo hacen, normalmente es para hacer daño. Y así lo han hecho. Nosotros hemos perdido dos balones en el centro del campo, han hecho dos ocasiones y dos goles. En la segunda parte han tenido otra ocasión. Con tres, dos goles». Es decir, lo que había explicado la víspera el propio entrenador vizcaino. «Es fácil decir sabíamos que juegan así. Lo sabes pero luego es fútbol. Sabemos que es un fútbol sencillo el que hace el Cádiz pero eso no quiere decir que sea malo. Es un fútbol sencillo y bueno porque no es fácil hacerle ocasiones y ellos, sin hacer demasiado, sacan provecho porque además son muy claras», ha explicado.
Es decir, justo lo contrario de lo que le viene sucediendo, también hoy, a su equipo en casa. «Nos cuesta crear peligro, meter gol… –lamenta Mendilibar–. Fuera de casa nos cuesta menos, quizá porque jugamos más cómodos porque no tenemos que llevar el peso del partido y cuando robamos podemos generar más peligro». Ahí está la clave, en su opinión, en que su equipo no acaba de afilarse los colmillos. «Lo que quieres son remates, si rematas quince será más fácil marcar que si rematas cinco. Y no tenemos por qué llegar siempre hasta dentro del área, también podemos tirar desde fuera pero no lo hacemos. Tenemos esa opción pero queremos hacer pases y cuando el rival está en el área, encontrar un hueco para el pase es difícil. Hemos hecho cosas buenas pero tenemos que terminarlas, ser más agresivos. No podemos conformarnos con ir a unos contra unos sin sacar centros ni nada Y ser más ambiciosos para rematar –insiste–. No podemos estar pensando que rematen sólo los delanteros. El banda contraria, el mediocentro… también tienen que entrar a rematar. Si estamos mucha gente en el área, el rival lo pasará mal para cogernos a todos pero si estamos pocos, les será mucho más fácil».
Lo peor es que el Eibar ni siquiera ha podido salvar un punto. «Si no puedes ganar, si no haces ocasiones, tampoco tienes que dar facilidades al contrario. Hoy lo hemos hecho en dos ocasiones y lo han aprovechado las dos», ha lamentado.