En una nota de prensa, el Ministerio de Defensa ha informado de que las Fuerzas Armadas españolas han puesto a disposición de las comunidades autonómicas 2.000 rastreadores militares desde que el pasado 30 de setiembre comenzara la denominada ‘Misión Baluarte’.
43 de esos efectivos realizan las labores de rastreo en Nafarroa.
A día de hoy, la CAV y Catalunya son las únicas que no cuentan con rastreadores militares.
En Nafarroa, la solicitud y posterior incorporación de militares para esas labores fue rechazada con acciones como la que llevó a cabo Sortu en la azotea de Refena, empleado entonces como centro operativo de rastro, para reivindicar que lo que hacía falta era inversión en Sanidad.
Hasta la entrada de las Fuerzas Armadas, el equipo de rastreo estaba conformado exclusivamente por sanitarios y funcionarios navarros que, tras recibir un proceso formativo, se contrataban de listas temporales. Para picos puntuales, se contaba con refuerzos de enfermeras y enfermeros. También había trabajadores sociales y mediadores.
La UME ya realizó tareas de desinfección en Nafarroa durante la primera oleada de la epidemia, principalmente en lugares públicos y residencias. Algunos de los despliegues se convirtieron en actos de propaganda y fueron muy contestados por los vecinos, siendo particularmente tensos los despliegues en Alde Zaharra.