El fútbol ha vivido una tarde triste en Anoeta por la situación en la que ha afrontado el partido el Granada al no permitlrle el protocolo de LaLiga jugar con los jugadores que viajaron el miércoles a Chipre para jugar su partido de Europa League por el positivo de coronavirus de Antonio Puertas. Solo ha podido alinear a los jugadores que tenían los anticuerpos por haber pasado la enfermedad.

Solo siete, algunos en malas condiciones, cumplían ese requisito y el Granada ha acabado con cuatro, uno menos del mínimo exigido, algo que implica alineación indebida y que se dé a la Real por ganadora por 3-0. Eso ha condicionado el partido, se ha relajado en exceso la Real al final y ha provocado la expulsión de Le Normand en el minuto 87 y un penalti que ha detenido Remiro en el 93.

El Granada ha llegado directo al campo de Anoeta sin pasar por ningún hotel tras coger un vuelo charter en la capital andaluza al mediodía con destino a Noain y trasladarse en autobús a Donostia con solo siete jugadores del primer equipo.

Con Juan Carlos Fernández, responsable de los porteros, como entrenador ha tenido que recurrir al guardameta del juvenil Ángel Jiménez, el mejor del partido, y a otros tres jugadores del filial. Así el Granada ha improvisado un equipo que en ningún momento ha podido competir con la Real.

De hecho en el descanso Diego Martínez ha retirado a dos jugadores del primer equipo, Roberto Soldado, recién salido del coronavirus, y Kenedy, que arrastraba molestias, y se ha quedado con el mínimo de cinco que debían estar en el campo para no incurrir en alineación indebida. El Granada ha preferido incumplir la norma desde el minuto 76 al retirar a Jorge Molina tras sufrir un problema en su rodilla.

La Real, a lo suyo en el primer tiempo

Imanol ha conseguido que sus jugadores no se relajaran en el primer tiempo ante el equipo de circunstancias presentado por el Granada y su alineación ha sido muy competitiva con Remiro; Zaldua, Aritz, Le Normand, Monreal; Zubimendi, Merino, Silva; Januzaj, Willian José y Oyarzabal.  

La Real ha sido muy superior desde el inicio y el primer tiempo ha sido un monólogo blanquiazul, con cantidad de ocasiones y solo la actuación del portero juvenil Ángel Jiménez han impedido una goleada.

En el primer tiempo los blanquiazules han rematado once veces y han lanzado ocho saques de esquina por ninguno del Granada y la Real ha sentenciado el partido en cinco minutos en uno de ellos, al remachar Monreal un balón ganado por Le Normand, y al transformar Oyarzabal con su fiabilidad un claro penalti pitado a Pepe.

La Real ha seguido igual en el inicio del segundo tiempo, aunque Imanol ha querido dar descanso a los dos jugadores convocados por la selección española, Merino y Oyarzabal, y a los dos que volvían a jugar de inicio tras sus lesiones, Januzaj y Zaldua, para dar entrada a Guridi, Merquelanz, Portu y Zubeldia.

El azpeitiarra nada más salir ha provocado un penalti que Willian José ha pedido a Oyarzabal, ya había querido tirar el primero, y se lo ha parado Ángel Jiménez, que ha mejorado en el segundo tiempo incluso su buena actuación del primero.

Desde que el Granada ha incumplido la normativa al retirar también Diego Martínez a Jorge Molina, a la Real le bastaba con denunciarlo para ganar 3-0 y en esa situación atípica se ha relajado y eso le ha costado la expulsión por roja directa de Le Normand en el minuto 87 por agarrar a Machís cuando se marchaba a la portería de Remiro.

Fruto de esa relajación y de quedarse con uno menos, además de esa jugada el Granada ha tenido un penalti en el último segundo sancionado a David Silva que Remiro ha detenido a Machís. En esas dos jugadas el Granada ha realizado sus dos únicos remates por los 22 que llevaba la Real antes de irse del partido en los últimos minutos.