La asociación de comerciantes Dendartean y la confederación Euskaldendak han instado al Ayuntamiento de Oiartzun a no conceder la licencia a Amazon para instalar una plataforma en este municipio, ya que estiman que no debe tener la consideración de centro logístico sino de gran establecimiento comercial.
Dendartean y Euskaldendak ha señalado que la instalación que Amazon quiere abrir en la localidad guipuzcoana no puede acogerse a la calificación de centro logístico que tenían los pabellones de Transporte San José, que ocupaban la parcela del polígono Lanbarren, en la que quiere asentarse la multinacional.
Ambas entidades han rechazado así los argumentos del Consistorio de Oiartzun, que asegura que «urbanísticamente» no puede oponerse a la infraestructura de Amazon y que el polígono Lanbarren tiene la calificación para el negocio logístico.
Han remarcado que la actividad logística del centro de Amazon, «en la medida que tiene por objeto facilitar la puesta a disposición de bienes a favor de los consumidores finales», forma parte «esencial de la propia actividad comercial on line y, por consiguiente, tiene que tener la consideración de establecimiento comercial a todos los efectos».
De la misma manera que el espacio de almacén de una tienda forma parte de una actividad comercial, «el centro de almacenaje y distribución logística de miles de transacciones comerciales minoristas realizadas a través de una página de internet, también lo es», han apuntado.
Y han señalado que la actividad comercial minorista, aunque sea ejercitada mediante plataformas informáticas de comercio electrónico, comprende «todas aquellas actividades precisas para poner a disposición de usuarios finales los productos y servicios con carácter lucrativo».
«Proteger el interés público»
Han recordado que el objetivo del urbanismo comercial es «proteger el interés público», que consiste en establecer una «ordenación urbana equilibrada» para posibilitar a la ciudadanía el desarrollo de una actividad de consumo «equilibrada, diversa, próxima y sostenible».
En este sentido, han advertido de que «la implantación periférica de estos establecimientos comerciales minoristas se orienta «en sentido contrario a estos intereses públicos».
Asimismo, han destacado que el comercio electrónico desarrollado mediante grandes establecimientos periféricos «no aporta ninguna ventaja» a la protección de estos intereses públicos, por lo que las limitaciones a su implantación «deben ser de aplicación también para las instalaciones al servicio de estas grandes empresas».