Según ha podido confirmar NAIZ, Jaione Jauregi sigue este sábado en la prisión de Gante, en una situación que legamente debería desembocar en su puesta en libertad bajo control electrónico pero que hace temer que se pretenda una rápida entrega al Estado español.
La extradición para ser juzgada en Madrid por un atentado de hace ya 39 años fue aprobada a principios de semana y sin opción de recurso ya. Sin embargo, existen unos plazos legales para desarrollar todo ello. Y además el Tribunal de Apelaciones de Gante dejó claro en su resolución que entre tanto Jauregi seguiría libre bajo control electrónico.
Vulnerando todo ello y en un proceder que no es habitual en las autoridades belgas, policías federales acudieron el miércoles a la vivienda de Jauregi y la llevaron a prisión. El entorno de la exiliada vasca interpretó que este arresto se hacía únicamente para instalarle el brazalete electrónico, una acción que el Juzgado contemplaba realizar con detención «por el mínimo tiempo imprescindible necesario». Sin embargo, lo cierto es tres días después sigue entre rejas, lo que hace temer una ejecución de la extradición y además con carácter inmediato.
17 años en Bélgica, 40 en el exilio
Jaione Jauregi lleva 17 años residiendo en el Estado belga y totalmente integrada allí, haciendo una vida pública y con una labor profesional reconocida como cocinera. En todo este tiempo la Audiencia Nacional ha intentado varias veces arrancar su extradición, con diversas imputaciones de militancia en ETA, alguna de las cuales ha sido declarada prescrita hace unos meses. Hasta ahora ningún tribunal le había dado luz verde.
En total Jauregi lleva cuatro décadas exiliada, lo que supone dos tercios de su vida, dado que tiene 62 años en la actualidad. Sortu ha reclamado al Estado belga que no colabore con la actitud reaccionaria española.