La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer, en primera lectura, el polémico artículo 24 de la Ley de Seguridad Global, que, aunque con una nueva redacción algo más mitigada, sigue penalizando la difusión de imágenes de agentes de la Policía.
Las protestas de asociaciones de prensa y el plantón de los principales medios de comunicación a secundar la pretensión del ministro de Interior, Gérald Darmanin, de que los periodistas deban acreditarse ante la Policía para cubrir actos públicos, llevaron al Gobierno a forzar otra redacción.
De este modo, el propio Darmanin aseguró el 20 de noviembre en el hemiciclo que sí se podrá seguir filmando en las manifestaciones, aunque se mantiene la pena de prisión y multa para quienes difundan imágenes que identifiquen a los policías con «intención clara» de causar perjuicio a la dignidad física o moral de los agentes.
Ese retoque bastó para calmar a los diputados de la mayoría macronista, y por descontado a los de la derecha y la ultraderecha.
Finalmente el artículo 24 salió adelante con 146 votos a favor y 24 en contra, despejando así la tramitación de la ley, que incluye otros capítulos polémicos como el uso de drones o cámaras móviles para que la Policía pueda filmar a los manifestantes.
De la Asamblea Nacional el proyecto de ley pasará para su revisión al Senado.
La Ley de Seguridad Global es vista como una norma liberticida por organizaciones como la Liga francesa de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Greenpeace o Reporteros sin Fronteras.
También instituciones como la Defensora de Derechos Humanos han alertado de que atenta a la libertad de reunión, a la vida privada y a un derecho fundamental como es el derecho de información.
Tres expertos del Comité de Derechos Humanos han remitido, de hecho, una carta a Emmanuel Macron alertando de los riesgos que se derivan de la ley.
«Bajad vuestras armas y bajaremos nuestros móviles»
En la calle, las movilizaciones han sido caso diarias durante el debate de la ley.
Tras el visto bueno de los diputados al capítulo más impopular de la norma, que se suma a la filosofía de «acotar» el ejercicio de los periodistas que ya destila el Esquema Nacional sobre Mantenimiento del Orden Público, dado a conocer en setiembre y en el que se aboga por «trabajar la confianza mutua» y la «colaboración» entre policías y periodistas, hoy se han celebrado nuevas protestas contra el recorte de libertades, una de ellas en Baiona.
Siguiendo el llamamiento que han apoyado entre otros el movimiento de Chalecos Amarillos, la France Insoumise o las juventudes del partido Générations, varios centenares de personas se han concentrado esta tarde ante el Ayuntamiento de Baiona.
Ha colocado varios bustos mutilados junto a los que han colocado carteles en los que se consignan los recortes de derechos aplicados durante el confinamiento y en también con la Ley de Seguridad Global.
Posteriormente han marchado en manifestación por el centro de la capital labortana.
En París, una manifestación ha reunido a unas 10.000 personas en Trocadero. Por la mañana ha habido ya actos de rechazo a la nueva ley que han reunido a varios miles de personas en ciudades como Lille, Rennes o Monpellier.
En esas protestas se han podido ver mensajes del tipo «seguridad global, impunidad total» o «bajad vuestras armas y bajaremos nuestros móviles».
60 periodistas apoyan al fotógrafo Guillaume Fauveau
Antes de entrar en vigor la Ley de Seguridad Global, el fotoreportero Guillaume Fauveau, que trabaja para medios como Naiz, Kazeta, Mediabask o Berria sufría un episodio de amenazas a cargo de varios agente de la Policía que pusieron obstáculos a que tomara imágenes de un control.
Unos sesenta periodistas de distintos medios de comunicación han firmado este manifiesto de apoyo que ha sido secundado además por las federaciones europea e internacional de periodistas.