Palestinos y saharauis, dos cruces de una misma moneda de cambio
El anuncio por parte de Donald Trump de que EEUU reconoce la «soberanía marroquí» sobre el Sahara ocupado es una nueva estocada a un pueblo cuya apuesta por la paz ha sido ninguneada, en este orden, por la antigua metrópoli española, el gran socio francés de la monarquía alauí y, recientemente, por la Organización de Naciones Unidas.
La medida –agárrense, que todavía queda más de un mes para el relevo presidencial–forma parte de los «regalos de despedida» del magnate estadounidense de la Casa Blanca.
El anterior fue el atentado mortal contra el jefe del programa nuclear iraní, más que presumiblemente a manos del Mossad.
La mano israelí está asimismo tras este último golpe de efecto de Trump. Y es que el anuncio es a su vez un intercambio de cromos por el que EEUU logra que Marruecos se sume a la lista de regímenes árabes que normalizan sus relaciones con Israel.
Con ello traicionan a la causa palestina, al desvincularse del histórico acuerdo de la Liga Árabe por el que condicionaban el reconocimiento a Israel a la asunción por parte del Estado sionista de la solución de los dos Estados, uno de ellos palestino.
Palestinos, saharauis. Saharauis, palestinos. Dos pueblos unidos por el mismo drama del desprecio internacional. Utilizados como moneda de cambio. Dos cruces que ejemplifican la injusticia de este mundo.