El Ministerio español del Interior espera inaugurar en la primavera de 2023 en Donostia el nuevo centro penitenciario Norte III, «la que será la cárcel más moderna de España», según ha explicado este viernes el ministro Fernando Grande-Marlaska.
El ministro ha mantenido una reunión en Donostia para presentar el proyecto con representantes de todas las instituciones implicadas: el alcalde Eneko Goia; el delegado del Gobierno en la CAV, Denis Itxaso; el subdelegado en Gipuzkoa, Guillermo Echenique; la viceconsejera de Justicia del Gobierno de Lakua, Ana Agirre; el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz; y la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE), Mercedes Gallizo.
Tras el encuentro, Grande-Marlaska ha detallado el proyecto en una rueda de prensa, en la que ha comentado que la nueva cárcel tendrá un presupuesto de más de 41 millones de euros y la adjudicación de las obras, que se espera que comiencen en el segundo trimestre de 2021, se aprobará en un consejo de ministros del próximo mes de febrero, con un plazo de ejecución de 22 meses, por lo que espera que la inauguración pueda llevarse a cabo en la primavera de 2023.
La nueva cárcel sustituye a la de Martutene, construida en 1948 con una concepción «punitiva» y que ocupa unos terrenos ubicados en la zona de expansión urbana de la capital donostiarra, por lo que el Ayuntamiento ha defendido desde hace años la reubicación del centro, que se emplazará en el ámbito de Eskuzaitzeta, en Zubieta.
El centro penitenciario Norte III se erigirá sobre una superficie construida de 35.923 metros cuadrados, con un diseño de «núcleo urbano autosuficiente» formado por seis módulos residenciales con capacidad de 234 celdas dobles, uno de ellos reservado a mujeres, con 25 celdas.
Dispondrá también de un centro de inserción social para los presos en semilibertad, con 52 habitaciones, además de 7 celdas de régimen disciplinario.
El nuevo centro, que no contará con celdas de régimen cerrado o primer grado, incluirá un edificio deportivo-cultural, cinco talleres de trabajo remunerado, un edificio para servicios generales que albergará una enfermería con 15 camas, cocina y lavandería y un inmueble dedicado a las comunicaciones exteriores, que dispondrá de un nuevo sistema de videoconferencias.
Por último, otro bloque se destinará a servicios administrativos y a la seguridad tanto interna como externa de la prisión.
Grande-Marlaska ha subrayado que la actual cárcel de Martutene se concibió como un espacio punitivo, que «se comparece poco con el objetivo de las penas privativas de libertad, que es la reinserción social», mientas que la nueva prisión Norte III «cumplirá plenamente el mandato del artículo 25.2 de la Constitución, que establece que las penas privativas de libertad estarán orientadas hacia la reeducación y la reinserción social».
Además, ha asegurado que su diseño sostenible «permite cumplir con los objetivos» de la agenda 2030, por lo que el ministro ha resumido las características de la nueva cárcel con dos palabras: «rehabilitación y sostenibilidad».
Eneko Goia: «Tiene buena pinta»
Grande-Marlaska ha aclarado que, una vez finalizadas las obras, será entregado a la Administración General del Estado, independientemente de si para esa fecha ya se ha completado la transferencia de prisiones al Gobierno de Gasteiz, que recibirá posteriormente la cárcel en «una transferencia complementaria».
Por su parte, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, se ha felicitado, en un acto posterior, de que el proyecto «está en marcha y con buena pinta». «Parece que a la tercera va la vencida y esta vez sí, el proyecto podrá avanzar, será una realidad aproximadamente en 27-28 meses», ha afirmado en alusión a los dos proyectos anteriores de traslado de Martutene que no llegaron a hacerse realidad.