El regreso al trabajo de Osasuna tras caer en Zorrilla –un punto de los últimos dieciocho posibles– ha tenido un tono gris, únicamente compensado por la buena noticia de ver a Lucas Torró completar por primera vez toda la sesión matinal con el resto de compañeros después de un mes en el dique seco por una lesión muscular.

El centrocampista alicantino fue una de las apuestas deportivas y económicas más importantes de la entidad rojilla durante el pasado mercado veraniego, pero apenas ha podido corresponder sobre el césped a esa confianza, entre otras razones por los continuados problemas físicos que ha padecido. Torró apenas ha jugado dos encuentros como titular y uno solo de manera completa.

También se encuentra en periodo de recuperación Adrián, que se ha ejercitado de manera parcial con el grupo. El atacante asturiano, también afectado por una dolencia muscular, acumula ya tres jornadas ligueras sin estar disponible para Arrasate, después de que comenzase el campeonato liguero como titular.

Además de no conseguir puntuar, la derrota en Zorrilla también ha dejado consecuencias en la enfermería, ya que Budimir, autor del 1-1, tiene una contusión en su muslo izquierdo. En todo caso, no parece que ello, con toda una semana de por medio, vaya a ser inconveniente para que esté disponible de cara a la visita del Villarreal.

El entrenamiento matutino ha sido un tanto accidentado, ya que Kike Barja, que salió en la parte final del choque contra los blanquivioletas, se ha tenido que retirar antes de tiempo al recibir un golpe en la nariz durante uno de los partidillos. El parte médico ha reflejado una contusión nasal.

El plantel osasunista guardará descanso este domingo y afrontará dos compromisos esta semana, el primero el martes en la Copa contra el Tomares sevillano y el sábado ante el submarino amarillo en competición liguera.