«La suavización de las medidas preventivas se ha seguido de una interrupción en el descenso en la transmisión que se venía observando en las semanas previas». Esta es una de las conclusiones que contiene el último informe de vigilancia epidemiológica de Nafarroa, que constata un aumento de contagios entre el 7 y el 13 de diciembre –de 618 a 630– y aprecia un «cambio de tendencia» que, señala, «nos lleva a un equilibrio delicado entre la capacidad de propagación del virus y las medidas preventivas que se están aplicando».

También contempla, como factores que han propiciado esa «estabilización» en la transmisión del virus, las condiciones meteorológicas «desfavorables» de las últimas semanas» y una «relajación» de la ciudadanía por la percepción de un descenso en el número de contagios. Y avisa de que «la evolución en las próximas semanas dependerá de cómo se comporten estos tres factores mencionados. Ahora que los cambios son todavía pequeños, recuperar algunos hábitos preventivos podría ser suficiente para inclinar la tendencia a nuestro favor».

30% de aforo en hostelería

El mensaje es claro. Y, sin embargo, el Gobierno de Iruñea va a aliviar a partir de hoy algunas de las restricciones adoptadas para hacer frente al covid. En concreto, según recoge la orden foral, se va a permitir el consumo en el interior de los establecimientos de hostelería con un aforo máximo del 30% y se amplía el horario cierre hasta las 22.00 horas. Además, se abren los bingos, salones de juegos y apuestas, y recreativos, con ese mismo aforo y hora de cierre.

Aumentan los aforos al 50% en el comercio minorista; en academias, escuelas y centros de enseñanza no reglada; en cines, teatros y auditorios, y en las zonas comunes de los hoteles. En los parques infantiles y zonas deportivas de uso al aire libre, el aforo pasa del 50% al 75%. Y en el ámbito deportivo, las competiciones de carácter no profesional y eventos podrán realizarse con público, siempre que no supere el 50% del aforo máximo permitido, con un máximo de 200 personas en las instalaciones cerradas y de 400 en las que están al aire libre, el mismo número de personas que se permite en las actividades culturales.

Es llamativo que este relajamiento se produzca cuando la situación es la menos favorable desde octubre, algo que no solo apunta el informe semanal, sino que constató ayer la titular de Salud, que habló de «ligero repunte que estamos vigilando».

En la misma rueda de prensa en la que se confirmó el alivio de las restricciones, Santos Indurain admitió que «es posible que hayamos rozado y tocado suelo», y reconoció que el objetivo era «haber bajado aún más, para evitar los efectos de un posible rebrote e incluso para llegar a esta tercera onda con los valores más bajos posibles». «El virus es impredecible, pero tenemos constatado que cuando se da más interrelación y más movilidad social la propagación crece», apuntó, sin profundizar en el hecho de que las nuevas normas van a permitir precisamente una mayor interrelación social.

Parece que los cambios han llegado casi por inercia, porque hacía tiempo que se habían anunciado, cuando la situación era favorable. Ayer, Indurain insistió en que hay que ser «muy prudentes», y pidió implicación social «para que no nos presentemos en enero con un repunte o una tercera ola intensa». Unas palabras llenas de sentido común, pero que chocan con la práctica del propio Ejecutivo.

Récord de fallecidos en la CAV

Si el informe semanal de Nafarroa constata el cambio de tendencia después de cinco semanas, el de Osakidetza indica que la CAV afronta los jornadas previas a la Navidad con un nuevo récord en la cifra de fallecidos.

Durante la semana del 7 al 13 de diciembre, 99 personas murieron con el covid como causa directa, según informó ayer el Departamento de Salud de Lakua, el número de decesos más alto desde el verano, por encima de las 97 muertes registradas entre el 16 y el 22 de noviembre, y llega por tanto después de dos semanas de descensos. El Ejecutivo hará público esta tarde el informe con la cifra total de fallecidos con covid durante esos días, que será mayor, ya que distingue entre muertes que considera causadas directamente por esa enfermedad y las que se han producido en personas que han dado positivo pero cuya causa de fallecimiento puede haber sido otra.

Estos datos muestran que las consecuencias trágicas de la segunda ola están lejos de haber pasado, y se dan cuando la mejora de las últimas semanas se ha frenado y en algunos casos parece empezar a revertirse. Araba, por ejemplo, lleva una semana empeorando los datos de incidencia y Gipuzkoa sufrió ayer el primer repunte desde el 12 de noviembre.