NAIZ

EH Bildu insta al PSN a no apoyar los Presupuestos de Maya para Iruñea porque sería «un error»

EH Bildu ha instado al PSN a votar en contra de los Presupuestos para Iruñea que ha elaborado el equipo de Maya, porque apoyarlos sería «un error». Y se pregunta si el alcalde de Navarra Suma está dispuesto «a tragarse» todos sus compromisos con tal de ver las cuentas aprobadas.

Asiron ha pedido al PSN que no apoye los Presupuestos de Maya. (Iñigo URIZ/FOKU)
Asiron ha pedido al PSN que no apoye los Presupuestos de Maya. (Iñigo URIZ/FOKU)

La postura de EH Bildu de Iruñea ante los Presupuestos elaborados por NA+ y los movimientos del PSN en torno a ellos ha sido dada a conocer en rueda de prensa por su portavoz en el Consistorio, Joseba Asiron.

Asiron ha señalado que la coalición soberanista no apoyará unas cuentas que vuelven «al modelo de gestión de los tiempos de Yolanda Barcina, en los que el Ayuntamiento recurría al endeudamiento para financiar proyectos faraónicos a mayor gloria del Régimen». Por lo tanto, «EH Bildu sólo apoyará que el Ayuntamiento de Pamplona se endeude para garantizar un aumento de la inversión social, cuestión que no cumple este proyecto», ha añadido el portavoz.

Además, tampoco respaldará los Presupuestos de Navarra Suma, porque «la derecha vuelve a un modelo en el que se enajena suelo público con el único objetivo de favorecer al mercado del ladrillo y de la especulación» y por «la obligación de actuar con responsabilidad para garantizar como oposición un tutelaje eficaz sobre las cuentas y sobre el gasto ante un gobierno autoritario y unilateral».

Sobre esta cuestión, ha recordado que esa estrategia de tutelaje «se ha mostrado muy positiva a lo largo de este año. Baste recordar que el concurso conjunto de los tres grupos de la oposición ha permitido dirigir las inversiones logrando incluso ampliar en un millón las previsiones iniciales de gasto de Navarra Suma».

Precisamente por ello, EH Bildu considera «un error» que el PSN se abra a la posibilidad de aprobar las cuentas de Maya si éste acepta todas sus condiciones. Y la califica así porque ese entendimiento bilateral implica la exclusión de la coalición soberanista, «que está posibilitando que en otras instituciones la derecha no bloquee la acción de gobierno del Partido Socialista». Además, «deja las manos libres a Navarra Suma y a Enrique Maya para gestionar con el único límite de un órgano bilateral de control en el que PSN estaría, evidentemente, en minoría».

En definitiva, supondría «dejar las manos libres a un equipo de gobierno que durante 18 meses se ha caracterizado por la unilateralidad, la imposición y el desprecio al trabajo de la oposición y a un alcalde que hace apenas tres semanas fue reprobado precisamente, por esos mismos pecados… Y nosotros nos preguntamos, ¿qué ha cambiado?».

Por ello, EH Bildu emplaza al PSN a que «en el próximo Pleno vote en contra de la propuesta presupuestaria de Navarra Suma para, seguidamente, retomar los trabajos para recuperar la vía de la fiscalización conjunta desarrollada durante este año».

Por último, Asiron se ha preguntado si Maya estaría dispuesto a aceptar las exigencias del PSN a pesar de que algo así supondría «tragarse todos y cada uno de los compromisos adquiridos expresamente por él, dar marcha atrás en casi todo y convertirse, por la vía de los hechos, en un auténtico funambulista político». Y lo plantea teniendo en cuenta que para lograr el apoyo de la formación de Esporrín, Maya tendría que dar un giro radical en la postura que ha venido defendiendo en cuestiones como Pío XII, la Ripa de Beloso, la pasarela de Labrit, la amabilización o la política social de vivienda.

«Sabíamos que Enrique Maya está muy condicionado por su preocupación personal de llegar a ser el primer alcalde de Pamplona que pasa a la historia sin haber aprobado unos presupuestos», pero acceder a lo planteado por el PSN «nos llevaría a un contexto político únicamente digerible por personas cuyo ego les impide ser mínimamente fiables. Personas que toman las decisiones de ciudad guiadas tan solo por intereses personales y criterios partidistas».