La portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, ha remarcado que su grupo se abstiene «tras un ejercicio de pragmatismo y voluntad negociadora», aunque ha remarcado que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) a aprobar «no es de nuestro agrado, porque responde a un modelo de ciudad que no compartimos, aseguramos que nace ya caduco y no responde a las deudas históricas que aún tenemos con los barrios consolidados».

Según Goirizelaia, «sin embargo, el Plan sí responde a las alegaciones de intereses muy particulares y muy lucrativos, ya que posibilitará diversas operaciones de la Iglesia católica, Telefónica o las universidades privadas». Y «además, dará cancha libre a las grandes constructoras ya que posibilita una gran expansión residencial copando las pocas parcelas de oportunidad que quedaban en Bilbao», ha remarcado.

A juicio de EH Bildu, «aunque el Avance del PGOU recogía propuestas ambiciosas, equilibradas y positivas, durante el largo proceso, toda esa potencialidad ha ido perdiendo fuelle y finalmente el equipo redactor se ha plegado a intereses ajenos al bien común».

Los soberanistas de izquierda critican, por ejemplo, que se hace caso omiso a las variables poblacionales, ya que no se demuestra necesario crecer en número de pisos, o al factor covid-19, «un golpe que hace replantearnos seriamente lo importante que es la economía diversificada, la necesidad de amplios espacio sin edificar y los equipamientos deportivos y culturales próximos o de barrio».

Casa de las mujeres

El documento o acuerdo de mínimos suscrito por PNV, PSE y EH Bildu, recoge entre sus diez proyectos dar vía libre a la Casa de las Mujeres en el antiguo edificio de Telefónica del barrio de San Francisco. «Una reivindicación muy viva en el movimiento feminista, ya que Bilbao ha quedado a la cola en este sentido frente a proyectos muy exitosos en ciudades como Basauri o Barcelona, entre otros», han expuesto.

Otro de los compromisos conseguidos por EH Bildu es la ampliación del parque de Pikotamendi hacia las laderas de Deustu, por encima de la Universidad de los Jesuitas, proyecto que posibilitará dar una continuación «lógica» al anillo verde.

Para revertir el problema residencial del que adolece Bilbo, según los soberanistas de izquierda, el acuerdo recoge la realización de más viviendas dotacionales para jóvenes y también para las personas mayores, «una alternativa residencial pública frente al envejecimiento poblacional y las dificultades para la emancipación».

El documento recoge también otras cuestiones, como ampliar el parque público de vivienda de alquiler en detrimento de la vivienda libre en futuras operaciones urbanísticas, posibilitar la ampliación de la escuela de música haciendo uso del solar anejo a La Galera, y la construcción de equipamientos deportivos al aire libre (rocódromo, calistenia) en Otxarkoaga.

También incluye el traslado del parque de Bomberos de Deustu a una mejor ubicación junto a la ría, la reserva de suelo en Ugasko e Ibarrekolanda para una futura solución por túnel al excesivo tráfico de Deustu y la retirada del viaducto de Errekalde, que también fue negociada en Juntas Generales por EH Bildu.